Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha vuelto a poner sobre la mesa la polémica sobre los secuestros con fines económicos, anunciando su decisión de retomar esta práctica tras haberla suspendido en febrero. Sin embargo, según el jefe negociador de la guerrilla, Israel Ramírez Pineda, conocido como 'Pablo Beltrán', esta acción no debe ser interpretada como un ultimátum al Gobierno colombiano, sino como una muestra de la voluntad del ELN de seguir buscando una salida negociada al conflicto. En una entrevista con EFE, Beltrán explicó que la suspensión de los secuestros con fines económicos se acordó inicialmente como una medida temporal, a la espera de encontrar soluciones alternativas para financiar a la guerrilla. Sin embargo, ante la falta de avances en las negociaciones y la crisis en la mesa de diálogos, el ELN se vio obligado a retomar esta práctica como una forma de presionar al Gobierno para retomar las discusiones. El líder guerrillero destacó que el ELN ha demostrado su disposición a cumplir con compromisos unilaterales, como la suspensión de los secuestros, pero que es necesario que el Gobierno también cumpla con su parte en la negociación. La falta de avances en la implementación de acuerdos anteriores ha generado un desfase en las conversaciones, lo que ha llevado al ELN a tomar esta medida para llamar la atención sobre la necesidad de retomar el diálogo. A pesar de que ambas partes firmaron recientemente el primer punto de la agenda de negociación en Caracas, las disputas y crisis en la mesa de diálogos han impedido la celebración de nuevos ciclos de negociación desde enero. La prolongación del cese al fuego, que ha cumplido un año sin incidentes, es uno de los puntos que deberán discutirse en el próximo encuentro entre el ELN y el Gobierno. Para el ELN, los secuestros con fines económicos no son considerados como toma de rehenes, sino como una "detención temporal" de personas que consideran responsables de corrupción. Según Beltrán, estas acciones están dirigidas principalmente contra aquellos que se han enriquecido de manera ilícita, y se justifican como una forma de "expropiar corruptos". La guerrilla argumenta que estas "retenciones" son una forma de cobrar tributos a aquellos que no cumplen con sus obligaciones, y que solo se recurre a la detención temporal cuando es necesario. Sin embargo, estas acciones son consideradas como crímenes de guerra por el Derecho Internacional Humanitario, lo que ha generado controversia y rechazo por parte de la sociedad colombiana. En medio de este panorama, el ELN espera que el Gobierno cumpla con lo acordado en las negociaciones y que se avance en la inclusión de más acciones prohibidas en el cese al fuego. La voluntad de seguir buscando una salida negociada al conflicto está presente en ambas partes, pero la falta de avances y la crisis en la mesa de diálogos plantean un desafío importante para lograr una paz sostenible en Colombia. Ante esta situación, es fundamental que el Gobierno y el ELN retomen las conversaciones de manera constructiva y con la voluntad de llegar a acuerdos que beneficien a toda la sociedad colombiana. La paz en el país es un anhelo compartido por todos, y solo a través del diálogo y el compromiso de ambas partes se podrá construir un futuro de reconciliación y prosperidad para Colombia.