Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha presentado sus nuevas previsiones sobre el mercado de crudo en su informe mensual, en el cual se destaca un menor crecimiento de la demanda para 2024. Según el informe, se espera un aumento de la demanda global de 1.1 millones de barriles diarios en 2024, lo que representa una disminución de 140,000 barriles en comparación con el pronóstico anterior, situándose en 103.2 millones de barriles. Para el año 2025, la AIE estima un crecimiento ligeramente mayor, alcanzando los 104.5 millones de barriles diarios, lo que sugiere una tendencia alcista en la demanda de crudo a nivel mundial a pesar de la ligera reducción prevista para el año próximo. El informe resalta que el aumento de la demanda de petróleo sigue concentrado en los países emergentes, siendo China uno de los principales impulsores de este crecimiento. Por el contrario, se prevé una disminución en la demanda de los países de la OCDE, con una caída estimada en 137,000 barriles en 2024, principalmente debido a la reducción de 140,000 barriles en Europa. Un aspecto destacado en el informe es la caída del consumo de diésel en Europa, que se espera que sea un 9.3% menor en 2024 en comparación con los niveles registrados en 2019. Esto se atribuye a diversos factores, como la disminución de la actividad industrial, la caída en las ventas de vehículos con motores diésel y las condiciones climáticas suaves del invierno pasado. En cuanto a la oferta de crudo, se prevé que alcance un récord de 102.7 millones de barriles diarios este año, con un aumento principalmente impulsado por países no miembros o aliados de la OCDE, como Estados Unidos, Canadá y Brasil. Esto contrasta con la congelación de la producción en los países miembros del cártel de la OPEP. La producción de crudo de la OPEP y sus aliados (OPEP+) experimentó una disminución en abril, llegando a 41.43 millones de barriles diarios, principalmente debido a los recortes de extracción aplicados por Rusia. Este país redujo su producción en 150,000 barriles diarios en abril, alcanzando los 9.3 millones de barriles diarios. En cuanto a los precios del crudo, el Brent experimentó un aumento de un dólar por barril en abril, alcanzando los US$ 88, en medio de la persistente tensión en Oriente Medio, con intercambios de misiles entre Israel e Irán, así como los ataques de los hutíes de Yemen a mercantes en aguas más allá del mar Rojo. A pesar de estos eventos que generaron incertidumbre en el mercado, la cotización del crudo se moderó a finales de abril, alcanzando los US$ 93 por barril, debido a la percepción de que no se produciría una escalada en la confrontación entre Irán e Israel. Esta tendencia a la baja continuó en los primeros días de mayo, con una disminución de otros US$ 4 por barril, influenciada también por las dudas sobre la evolución de la economía global. En resumen, las proyecciones de la AIE muestran un panorama de menor crecimiento en la demanda de crudo para los próximos años, con un aumento centrado en los países emergentes y una disminución en la demanda de los países de la OCDE, mientras que la oferta de crudo sigue siendo impulsada principalmente por productores no pertenecientes a la OPEP. Los precios del crudo han experimentado fluctuaciones en medio de tensiones geopolíticas, pero también se ven afectados por las condiciones económicas globales en constante evolución.