El desafío de dialogar con el Clan del Golfo: ¿Paz o confrontación en Colombia?

El desafío de dialogar con el Clan del Golfo: ¿Paz o confrontación en Colombia?

La propuesta de diálogo de Gustavo Petro con el Clan del Golfo desafía la tendencia regional de confrontación con bandas criminales, planteando un nuevo enfoque para la pacificación en Colombia.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Política

La mano dura parece ser la estrategia de moda para combatir el crimen organizado en América Latina, con gobiernos como los de El Salvador, Honduras y Ecuador optando por una postura firme y sin margen para negociaciones con grupos criminales. Sin embargo, en Colombia, la historia ha enseñado lecciones valiosas sobre la ineficacia de intentar eliminar organizaciones criminales exclusivamente a través de la fuerza militar, abriendo paso a la posibilidad de diálogo como vía para afrontar el conflicto. En un escenario poco convencional, el gobierno de Gustavo Petro en Colombia ha propuesto la apertura de mesas de negociación con el autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), conocido como el Clan del Golfo, el grupo criminal más poderoso del país. Esta propuesta ha generado sorpresa y debate en un contexto donde la tendencia regional es la confrontación directa con las bandas criminales. Elizabeth Dickinson, analista del International Crisis Group en Colombia, destaca la importancia de considerar el diálogo como herramienta complementaria a la lucha armada en la desarticulación de organizaciones criminales. Colombia ha vivido décadas de conflicto armado y ha aprendido que la solución no es únicamente militar, sino que requiere un enfoque integral que incluya la posibilidad de negociación. El acercamiento entre Petro y el EGC representa un paso significativo en el panorama de la pacificación en Colombia, aunque por el momento solo se trate de palabras y posturas distantes entre las partes. El EGC ha expresado interés en sentarse a negociar condiciones políticas que permitan transformaciones sociales en las regiones donde operan, mientras que el gobierno mantiene sus reservas al no considerar al grupo como una organización con fines políticos. La propuesta de Petro es un desafío que plantea interrogantes sobre los posibles obstáculos y garantías que podrían surgir en un proceso de negociación con el EGC. Es crucial entender las expectativas y motivaciones de ambas partes, así como establecer un marco legal sólido que respalde cualquier acuerdo alcanzado. Colombia, con su historia marcada por el conflicto armado, se encuentra en un momento clave donde la experiencia adquirida a lo largo de los años puede abrir nuevos caminos hacia la paz. El diálogo como herramienta para la resolución de conflictos complejos se erige como un pilar fundamental en la búsqueda de una solución sostenible y duradera a la violencia y la criminalidad que han afectado al país durante décadas.

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