Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En los últimos años, el término "sostenibilidad" ha cobrado cada vez más relevancia en diversos ámbitos, desde la política hasta el mundo empresarial. Sin embargo, surge la pregunta: ¿es la sostenibilidad una moda pasajera o un futuro inminente que debemos abordar con urgencia? La creciente preocupación por el impacto de nuestras acciones en el medio ambiente se ha visto reflejada en eventos extremos como olas de calor en Perú, incendios en Chile y fenómenos meteorológicos cada vez más intensos en diferentes partes del mundo. Estos sucesos no solo generan daños personales y económicos, sino que también plantean interrogantes, especialmente entre las generaciones más jóvenes, sobre el rumbo que estamos tomando como sociedad. Al analizar cifras alarmantes sobre la falta de servicios básicos en hogares peruanos y la brecha de infraestructura en el país, resulta evidente que la sostenibilidad no es un tema trivial o superficial, sino una necesidad imperante. La inversión en acciones climáticas y la inclusión financiera son solo algunos de los desafíos que requieren una mirada sostenible en el presente para garantizar un futuro equitativo y próspero. Comparando la evolución de la digitalización en las empresas con el camino que podría seguir la sostenibilidad, podemos vislumbrar un cambio de paradigma en el horizonte empresarial. Así como la transformación digital se convirtió en una parte integral de las organizaciones, la sostenibilidad también podría permear todas las áreas de una empresa, desde el gobierno corporativo hasta la estrategia de negocio. Es crucial comprender que la sostenibilidad no se trata solo de generar valor económico a largo plazo, sino de equilibrar el desarrollo económico, social y ambiental para asegurar un crecimiento sostenible y responsable. El cambio climático no es una amenaza lejana, sino una realidad que ya está impactando a gobiernos, empresas y ciudadanos. El futuro de la sostenibilidad en las empresas dependerá de su capacidad para integrarla en todas sus actividades, evaluar su impacto estratégico y buscar soluciones que respondan a los desafíos sociales y ambientales actuales. Esto implicará adoptar modelos de negocio más sostenibles, invertir en sectores relacionados con la agricultura, las energías renovables y la economía circular, y asumir la responsabilidad de preservar nuestros recursos finitos. En última instancia, la sostenibilidad no es solo una tendencia pasajera, sino un imperativo moral y económico que debemos abrazar en aras de un futuro más próspero y equitativo para las generaciones venideras. Es hora de actuar con determinación y visión a largo plazo para construir un mundo sostenible para todos.