Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La situación en Haití continúa siendo crítica y alarmante, con la violencia desbordada y una ola de inseguridad que parece no tener fin. En las últimas horas, al menos 14 cadáveres fueron hallados en la zona acomodada de Pétion-Ville, una de las áreas más exclusivas de la capital, Puerto Príncipe, evidenciando la brutalidad de las pandillas que controlan gran parte de la ciudad. Los residentes locales han reportado ataques armados en diferentes barrios, donde los delincuentes han sembrado el terror al atacar un banco, una gasolinera y varias residencias privadas. La situación se ha vuelto insostenible para la población, que vive con miedo constante a convertirse en víctima de la violencia desenfrenada que azota al país. La crisis política que atraviesa Haití, con la dimisión del primer ministro Ariel Henry y la dificultad para establecer un consejo presidencial de transición, ha dejado al país sumido en un vacío de poder que las pandillas están aprovechando para imponer su ley de terror en las calles. La comunidad internacional ha mostrado su preocupación ante la situación, con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas convocando una reunión a puerta cerrada para tratar la crisis en Haití. Mientras tanto, la Organización Internacional para las Migraciones alerta sobre el aumento de desplazados en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, con un 15% más de personas sin hogar desde principios de año. Estados Unidos ha procedido a evacuar a 30 de sus ciudadanos que aún permanecían en Haití, en un intento por garantizar la seguridad de sus ciudadanos ante la creciente violencia en el país caribeño. Mientras tanto, la población haitiana se enfrenta a una situación desesperada, con miles de personas sin poder regresar a sus hogares y una incertidumbre política que parece no tener fin. La urgencia de encontrar soluciones para frenar la violencia y restablecer la estabilidad en Haití es más evidente que nunca, mientras la población sigue siendo víctima de la brutalidad de las pandillas que controlan las calles de Puerto Príncipe.