Calma política tras semana de cambios: miradas puestas en el 2026

Tras una semana agitada en el ámbito político, marcada por cambios en el Consejo de Ministros, decisiones legislativas importantes y controversias en la Junta Nacional de Justicia, la calma ha retornado al escenario, apuntando directamente hacia el horizonte del 2026. A pesar de los múltiples desafíos pendientes, especialmente en materia de seguridad, parece que estos temas no están ocupando un lugar prioritario en la agenda del liderazgo político actual. Aunque el panorama ha permanecido mayormente estático, existen ciertos movimientos que merecen ser observados, siendo más notorios en el Parlamento que en el Ejecutivo. En general, como se había anticipado previamente, los cambios han sido mínimos. En el ámbito del Ejecutivo, los ajustes políticos han sido escasos, aunque se han destacado nombramientos sectoriales relevantes, como el de Juan Edgardo Narciso Chávez como nuevo presidente del OEFA. No obstante, se espera que el recién designado presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, no realice modificaciones significativas en el Gabinete en el corto plazo. La ronda de reuniones con líderes parlamentarios y partidarios podría brindar un espacio para escuchar peticiones, pero es poco probable que se traduzcan en cambios inmediatos. En cuanto al liderazgo de Adrianzén, hasta el momento no se ha identificado un enfoque claro que guíe su gestión, lo que ha generado incertidumbre sobre el rumbo que tomará. La resistencia contra proyectos mineros controvertidos ha sido uno de los pocos puntos de atención en medio de esta relativa calma política. Por otro lado, en el Congreso se han registrado algunas deserciones y nuevas incorporaciones en las últimas semanas. La renuncia de Wilson Quispe a la bancada de Perú Libre ha impactado en la composición parlamentaria, dejando al grupo con 11 escaños y marcando un total de 26 congresistas que abandonaron esta bancada. Actualmente, el grupo de congresistas "no agrupados" cuenta con 20 miembros, mientras que existen 11 bancadas en el Parlamento, cifras que no tenían precedentes en la contabilidad de movimientos legislativos. Se espera que estos cambios se intensifiquen conforme se acerque la renovación de la Mesa Directiva en julio, aunque es probable que el respaldo al Ejecutivo se mantenga estable. En resumen, a pesar de la posibilidad de movimientos en el Congreso y en el Ejecutivo, la falta de incentivos y la tendencia a la inmovilidad parecen predominar en el escenario político actual. La incógnita sigue siendo si Gustavo Adrianzén logrará establecer una relación sólida con el Parlamento, pero por ahora, los actores políticos parecen estar en una especie de letargo que dificulta el impulso de cambios significativos en el corto plazo.