Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La inseguridad ciudadana sigue en aumento en el país, mientras el Gobierno parece incapaz de frenar esta preocupante tendencia. Con un enfoque en la reactivación económica, la administración de la presidenta Dina Boluarte ha dejado de lado uno de los problemas más urgentes: la seguridad de los ciudadanos. Según una encuesta reciente realizada por Datum Internacional para El Comercio, solo uno de cada siete peruanos se siente seguro en su ciudad. Esta sensación de vulnerabilidad se ve reflejada en cifras alarmantes, como el hecho de que en Lima, el 92% de la población se siente insegura. Los casos de asesinatos, secuestros, extorsiones y violencia se han vuelto cada vez más frecuentes en todo el país, creando un ambiente de temor constante entre la población. La falta de acciones efectivas por parte del Gobierno para hacer frente a esta crisis de seguridad ha generado críticas y preocupación. A pesar de la escalada de violencia, la decisión de mantener a los mismos ministros en sus puestos ha sido cuestionada, especialmente en el caso de Víctor Torres, titular del Ministerio del Interior, quien ha sido objeto de dos mociones de interpelación en el Congreso. La pasividad del Ejecutivo y la falta de liderazgo en la lucha contra la delincuencia han llevado a un aumento del miedo y la inseguridad en las calles. Aunque el Estado cuenta con los recursos y la legitimidad necesaria para abordar este problema, la falta de medidas efectivas y la desorientación en la conducción de las políticas de seguridad han llevado a una situación preocupante. Si no se toman medidas urgentes y se implementan estrategias eficaces, la violencia en el país podría intensificarse aún más. Es necesario un compromiso real desde las más altas esferas del poder para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos y devolver la tranquilidad a las calles. De lo contrario, la sensación de inseguridad seguirá en aumento y la población continuará viviendo con miedo en su propio país.