Las mujeres en el Estado y la política: un camino hacia la igualdad aún lleno de obstáculos

Las mujeres en el Estado y la política: un camino hacia la igualdad aún lleno de obstáculos En el Perú, la presencia de mujeres en puestos directivos y liderazgos locales en el Estado y la política sigue siendo limitada, según datos recientes que revelan una notable disparidad de género en los niveles de toma de decisiones. A pesar de avances en algunos espacios gubernamentales, la brecha de oportunidades persiste, reflejando un desequilibrio que requiere una mirada crítica y acciones concretas para lograr una verdadera equidad de género. Según un análisis de ECData, en las direcciones generales de ministerios, solo el 28.39% de las oficinas están lideradas por mujeres. En el ámbito empresarial público, solo el 17.14% de las presidencias de empresas públicas son ocupadas por mujeres. Estas cifras evidencian una clara falta de representación femenina en los puestos de mayor jerarquía, lo que dificulta el acceso de las mujeres a roles de liderazgo y toma de decisiones estratégicas. En el ámbito político, la situación no es diferente. Tras las elecciones subnacionales del 2022, solo 2 gobernadoras, 8 alcaldesas provinciales y 94 alcaldesas distritales ejercen cargos de elección popular. Esta escasa presencia de mujeres en cargos políticos de alto nivel refleja una persistente desigualdad en el ámbito de la representación política, donde los hombres siguen ocupando la gran mayoría de los espacios de poder. Si bien las mujeres en el servicio civil peruano cuentan con un mayor nivel de educación en comparación con los hombres, la brecha de género se hace evidente en la distribución de puestos técnicos clave. Según el informe de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir), solo tres de cada diez personas en cargos directivos son mujeres, y en regiones como Cusco, Ayacucho, Apurímac, Moquegua, Madre De Dios, Tacna y Amazonas la disparidad entre géneros es aún mayor. La ex presidenta de Servir, Janeyri Boyer, destaca que factores como las responsabilidades de cuidado en el hogar y la jefatura del hogar pueden limitar las aspiraciones de las mujeres a ocupar cargos de mayor responsabilidad. Asimismo, señala la falta de una política remunerativa equitativa como un factor que contribuye a la brecha salarial entre hombres y mujeres en el sector público. A pesar de los avances legislativos, como la Ley Nº 31030 que garantiza la paridad y la alternancia en las listas de candidatos, la resistencia de las organizaciones políticas a promover liderazgos femeninos sigue siendo un obstáculo importante. La politóloga Belén Elías destaca la importancia de un cambio de cultura dentro de los partidos políticos para facilitar la participación de las mujeres en la política y garantizar una representación equitativa. Si bien se han logrado avances en la representación política y en la participación de las mujeres en el Estado, los desafíos persisten. Es necesario seguir trabajando en la eliminación de barreras y prejuicios que limitan el acceso de las mujeres a espacios de poder y decisión, así como en la implementación de políticas que promuevan la equidad de género en todos los niveles de la sociedad. La lucha por la igualdad de género en el Estado y la política es un camino que requiere un compromiso firme y acciones concretas para lograr una sociedad más justa y equitativa para todas y todos.