Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A diez años del inicio de la operación Lava Jato, el panorama de la corrupción en América Latina presenta un preocupante aumento, según la reciente información publicada por la revista The Economist. Esta investigación, que comenzó en Brasil en 2014 y se extendió por toda la región, tuvo como objetivo destapar un entramado de corrupción que involucraba a empresas, políticos y funcionarios gubernamentales. Durante años, las empresas implicadas utilizaron sobornos para obtener contratos de construcción inflados, en un esquema que generó ganancias millonarias mientras desviaba recursos públicos. Sin embargo, lo que en su momento fue aclamado como un hito en la lucha contra la corrupción, ahora parece haber dado un giro inesperado. Las recientes decisiones del juez Toffoli, que cuestionan la validez de los acuerdos de indulgencia firmados por las empresas durante la operación Lava Jato, señalan un resurgimiento de la corrupción en la región. Países como Brasil y Perú han descendido en los índices de percepción de corrupción, y la erosión de la confianza en las instituciones anticorrupción es evidente. En Brasil, la caída de figuras políticas prominentes, como la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff y las condenas al expresidente Lula da Silva, estuvieron vinculadas a los hallazgos de la operación Lava Jato. Sin embargo, la reciente controversia en torno a la imparcialidad de los fiscales y jueces involucrados ha generado dudas sobre la integridad del proceso. La reacción contra los esfuerzos anticorrupción se manifiesta en decisiones políticas que buscan socavar las instituciones que llevan a cabo estas investigaciones, como en el caso del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien intenta eliminar el organismo estatal encargado de combatir las irregularidades. El caso de Lava Jato ha tenido un impacto económico significativo en la región, con empresas quebrando y miles de trabajadores perdiendo sus empleos debido a la paralización de obras públicas. Sin embargo, la corrupción, lejos de ser erradicada, parece estar resurgiendo con fuerza. El desencanto de la población frente a estos retrocesos en la lucha contra la corrupción es evidente, y la percepción de que intereses políticos oscuros están detrás de estas decisiones se ha fortalecido. Es fundamental que se restablezca la confianza en las instituciones y se retome el compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas para evitar un retroceso aún mayor en la región. La corrupción no puede ser tolerada ni justificada, y es responsabilidad de todos luchar contra este flagelo que tanto daño ha causado a América Latina.