Reforma judicial urgente: ¿la clave para la verdadera justicia?

La reciente imagen de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, disfrutando de un chapuzón en la piscina de la casa de su hermano mientras cumple con comparecencia restringida ha generado diversas reacciones en la opinión pública. Pero más allá de este episodio anecdótico, la lentitud y posibles influencias en el sistema judicial han vuelto a estar en el ojo de la tormenta. Con investigaciones que llevan más de seis años en uno de los procesos que afronta Villarán, y con la proyección de que el juicio oral no se inicie hasta el 2025, surge la preocupación sobre la eficiencia y la independencia real de los jueces y fiscales. Esta situación pone de manifiesto la necesidad urgente de una reforma en el sistema judicial, que garantice procesos más ágiles y transparentes. La carga procesal y la falta de límites a la presión mediática son aspectos que distorsionan la administración de justicia, generando un círculo vicioso que se retroalimenta mientras persistan los incentivos perversos en ambos lados. La capacidad de los jueces y fiscales para actuar de manera independiente y objetiva es fundamental para asegurar la imparcialidad en los procesos judiciales. Natale Amprimo, en un reciente análisis, ha destacado la importancia de romper con la corrupción y el uso pernicioso de la justicia, señalando que la clave está en las personas que operan en el sistema judicial. Es necesario atraer a los mejores profesionales y garantizar un reconocimiento adecuado de su labor, para incentivar un cambio en el modus operandi actual y asegurar una administración de justicia eficaz. En medio de este panorama, es fundamental que se tomen medidas concretas para mejorar el sistema judicial y garantizar la transparencia, la eficiencia y la independencia en la administración de justicia. Solo así se podrá restablecer la confianza de la ciudadanía en las instituciones y asegurar un Estado de derecho sólido y democrático.