Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Tras una caída del 0.55% en el cierre del 2023, la economía peruana ha enfrentado momentos difíciles, pero parece que hay luz al final del túnel. Según un reciente estudio del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank, se proyecta que la economía del país empezará a recuperarse desde el primer trimestre del 2024 con un rebote del 1.5% en el Producto Bruto Interno (PBI). Este pronóstico de recuperación se basa en varios factores que señalan una mejora en diversos sectores. A pesar de que diciembre del año pasado marcó el último mes de evolución negativa, con una caída del 0.7%, las perspectivas para los primeros meses de este año son más alentadoras. Comparado con el primer trimestre del 2023, que registró una caída del 0.4% debido a protestas sociales y anomalías climáticas, se espera un escenario positivo impulsado por sectores como la construcción y la pesca. En enero, aunque se pronostica un crecimiento inferior al promedio del primer trimestre, sectores como la construcción muestran signos de recuperación, con el consumo interno de cemento aumentando un 6% luego de 15 meses de caídas consecutivas. Por otro lado, la minería también se espera que continúe creciendo. Febrero se proyecta como el mes con la mayor tasa de expansión del primer trimestre, sin el impacto negativo del sector pesca y beneficiándose de un día laboral adicional debido al año bisiesto. Sin embargo, marzo podría presentar desafíos debido a los feriados de Semana Santa, lo que reduciría la cantidad de días laborales y podría afectar el avance esperado. Scotiabank mantiene su proyección de crecimiento del PBI en 2.7% para el 2024, con la esperanza de que factores como protestas y fenómenos climáticos no afecten el panorama. Para el segundo trimestre del año, se espera que sectores como la pesca y el agropecuario lideren la recuperación, respaldados por un rebote en la inversión pública y privada, especialmente en la construcción y la manufactura. Además, se prevé una mejora progresiva en sectores como Comercio y Servicios, impulsados por un aumento en el consumo privado debido a la desaceleración de la inflación y la recuperación del empleo. Aunque el camino hacia la recuperación económica no esté exento de desafíos, las señales de mejora son alentadoras para la economía peruana en el 2024.