Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un contexto económico desafiante, el Perú se enfrenta a la urgente necesidad de retomar el camino del crecimiento. Tras años de altibajos, es vital para el país volver a consolidar un crecimiento sostenido que beneficie a toda la población. A pesar de haber registrado un crecimiento por encima del promedio mundial en un pasado no tan lejano, la economía peruana ha experimentado dificultades en los últimos años, con cifras que reflejan un estancamiento preocupante. Sin embargo, las señales de recuperación comienzan a vislumbrarse en el horizonte. Tras un breve repunte en noviembre del año pasado, seguido por una caída en diciembre, los primeros indicadores del presente año muestran signos alentadores. El consumo interno de cemento ha experimentado un incremento significativo, al igual que la demanda de electricidad y la recaudación de impuestos. Estos factores apuntan a que el primer trimestre del 2024 podría marcar el inicio de una nueva etapa de crecimiento para el país. Para consolidar esta senda positiva, es imprescindible mantener un modelo económico estable y promover la apertura comercial. La firma de acuerdos de libre comercio con países como la India y Hong Kong representaría una oportunidad para impulsar un crecimiento a largo plazo. Además, es crucial abordar los desafíos que plantean actividades ilícitas como la minería ilegal y el narcotráfico, así como fortalecer las instituciones y controlar el gasto público de manera eficiente. En el ámbito de la inversión minera, la destrabación de proyectos clave, como el proyecto Tía María, se presenta como una prioridad para estimular la actividad económica. El crecimiento de la minería metálica el año pasado, impulsado por proyectos como Quellaveco en Moquegua, subraya la importancia de este sector para la recuperación económica del país. El 2024 se vislumbra como un año crucial para la economía peruana, con la necesidad imperante de generar las condiciones propicias para atraer inversión nacional y extranjera, así como recuperar la confianza de los agentes económicos. La mejora de los programas sociales y la reducción de la pobreza son también aspectos fundamentales para lograr un desarrollo inclusivo y equitativo que beneficie a toda la población. En este contexto, es fundamental que las autoridades políticas actúen con responsabilidad y visión de futuro, trazando estrategias claras que impulsen el crecimiento económico y sienten las bases para un futuro próspero y sostenible para el Perú y sus habitantes.