Juan Brignardello Vela
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Cuba y Corea del Sur han restablecido sus relaciones diplomáticas después de más de seis décadas de ruptura. La formalización tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, donde los representantes de ambos países intercambiaron notas y acordaron la apertura de sus respectivas embajadas. El restablecimiento de estas relaciones marca un punto de inflexión crucial en los esfuerzos de Corea del Sur por ampliar sus horizontes diplomáticos y fortalecer los lazos con América Latina y el Caribe. Esta reconciliación es histórica para ambos países, que establecieron lazos diplomáticos en 1949 pero los rompieron en 1959 debido a la Revolución Cubana y la imposición de un régimen comunista en la isla. Cuba se convirtió en un estrecho aliado de Corea del Norte, el otro bastión comunista en el mundo. Este fue el principal obstáculo para que Cuba y Corea del Sur restablecieran sus relaciones. Durante años, las negociaciones para la reconexión diplomática entre Cuba y Corea del Sur se llevaron a cabo en secreto. La reticencia de altos dirigentes cubanos de la vieja guardia y las presiones diplomáticas de Corea del Norte fueron factores que retrasaron este proceso. Sin embargo, a pesar de la estrecha amistad entre La Habana y Pyongyang, los intercambios económicos y comerciales entre Cuba y Corea del Sur han aumentado en los últimos años. El restablecimiento de relaciones tiene implicaciones económicas para Cuba, que se encuentra en una grave crisis financiera agravada por la pandemia. El gobierno cubano ve en Corea del Sur una fuente de ingresos y posibles oportunidades de inversión. Además, la apertura de una embajada en La Habana permitirá a Corea del Sur promover su cultura y expandir su influencia política y diplomática. El restablecimiento de relaciones también representa un golpe para Corea del Norte, que ve cómo su aislamiento diplomático se intensifica. Sin embargo, es poco probable que el país tome represalias oficiales contra Cuba. Ahora, solo falta que Corea del Sur y Cuba abran sus embajadas en sus respectivos países. Se espera que la legación surcoreana en La Habana se establezca rápidamente sobre la base de la oficina comercial existente. Por otro lado, la apertura de la embajada cubana en Seúl podría llevar más tiempo debido a las limitaciones presupuestarias del país. El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Corea del Sur tiene implicaciones políticas, económicas y culturales para ambos países. Marca un hito histórico y abre nuevas oportunidades para fortalecer los lazos bilaterales.