Biden firma orden para restringir la entrada de indocumentados

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó recientemente una orden ejecutiva que busca restringir la entrada y el asilo de indocumentados en el país, así como acelerar las deportaciones. Esta medida llega en un momento crucial, a cinco meses de las elecciones presidenciales, donde la migración ilegal es un tema candente y miles de personas sin papeles continúan llegando a diario a la frontera sur de EE.UU. La orden ejecutiva contempla medidas temporales para limitar la posibilidad de recibir asilo a aquellos migrantes que las autoridades consideren que están ingresando de manera ilegal en grandes cantidades y sobrepasando los recursos de la frontera. Según el subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración, Blas Núñez-Neto, estas restricciones entrarán en vigor de inmediato y acelerarán las deportaciones de aquellos que crucen la frontera de manera ilegal. En una conferencia de prensa, funcionarios de la Casa Blanca explicaron que la nueva política migratoria se activará si se registran más de 2,500 detenciones por día durante una semana, y se suspenderá si el número desciende por debajo de 1,500 en el mismo periodo. En mayo, se reportaron alrededor de 3,800 cruces diarios en la frontera, lo que da un total de 118,000 detenciones en ese mes. Esta nueva acción tiene como objetivo repatriar a un mayor número de personas de manera más rápida, afectando especialmente a aquellos que no expresen temor de regresar a sus países de origen. Los migrantes que lleguen a la frontera con una cita previa mediante la aplicación CBP One podrán seguir adelante con su solicitud de asilo, pero aquellos que no lo hagan serán expulsados del país en cuestión de días o incluso horas, con una prohibición de 5 años para regresar. El presidente Biden señaló que estas medidas no pretenden alejarse de los valores estadounidenses, sino garantizar su preservación para las generaciones futuras. Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar por parte de activistas y organizaciones que consideran esta acción como un ataque al derecho humano fundamental de buscar asilo. Algunos expertos advierten que la reducción temporal en los cruces fronterizos es insostenible a largo plazo y que se necesita abordar de manera integral la situación migratoria. Biden también destacó la cooperación con México en la contención del flujo migratorio y elogió los esfuerzos del gobierno mexicano en esta materia. En contraste, autoridades locales en México expresaron preocupación por las posibles repercusiones de estas medidas en la saturación de albergues y el aumento de cruces irregulares en la frontera. La incertidumbre sobre cómo se manejarán los casos de migrantes no mexicanos y la capacidad de los albergues para darles alojamiento también genera inquietud. En medio de un contexto político polarizado, el tema de la inmigración sigue siendo uno de los puntos de debate más acalorados en Estados Unidos. Con la proximidad de las elecciones presidenciales, las posturas en torno a la política migratoria marcarán una parte importante de la agenda política y social en el país.