El Kremlin bajo presión sentencia a figuras de la oposición y estadounidenses en Siberia.

Vladimir Kara-Murza, una destacada figura de la oposición y periodista, ha sido condenado a 25 años en una colonia penal siberiana por criticar la invasión de Ucrania por parte de Rusia y por afiliarse a un grupo "indeseable". A pesar de haber sido envenenado dos veces, Kara-Murza decidió regresar a Rusia para protestar contra la invasión. Otro activista, Ilya Yashin, quien ha prometido quedarse en Rusia a pesar de la amenaza de encarcelamiento, fue condenado a ocho años y medio por difundir desinformación sobre atrocidades ucranianas. Además, dos estadounidenses, el reportero del Wall Street Journal Evan Gershkovich y el exmarine Paul Whelan, también están detenidos en Rusia bajo cargos que Estados Unidos considera infundados. Gershkovich enfrenta acusaciones de espionaje, mientras que Whelan cumple una sentencia de 16 años por cargos de espionaje fabricados. Putin ha insinuado la posibilidad de un acuerdo para su liberación, pero Moscú rechazó previamente una propuesta de Estados Unidos para asegurar su libertad.