El poderoso discurso de Navalnaya exige justicia para el destino de Navalny.

El poderoso discurso de Navalnaya exige justicia para el destino de Navalny.

El potente discurso de la Sra. Navalnaya en la Conferencia de Seguridad de Múnich exigió responsabilidad por la sospechosa muerte de su esposo en prisión, cautivando a la audiencia e intensificando el enfoque en las amenazas de seguridad provenientes de Rusia. Su aparición marcó un alejamiento del jerga diplomática mientras las urgentes preguntas de vida y muerte tomaban protagonismo. La vicepresidenta Kamala Harris expresó su simpatía y condenó la brutalidad de Putin, mientras que muchos rusos anticipaban la aparición de la Sra. Navalnaya como una destacada figura de la oposición. Mantuvo un perfil privado durante el tratamiento médico de su esposo, pero expresó preocupaciones sobre su bienestar y dudó de su liberación bajo el régimen de Putin.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Política

La Sra. Navalnaya, esposa del disidente ruso Aleksei A. Navalny, hizo una impactante aparición en la Conferencia de Seguridad de Múnich después de que surgieran informes sobre la sospechosa muerte de su esposo en prisión. Parada en el podio, la Sra. Navalnaya se dirigió a la audiencia, expresando su incredulidad ante las constantes mentiras del gobierno ruso. Exigió que los responsables de la situación del país y el destino de su esposo fueran llevados ante la justicia y prometió que prevalecería la justicia. A pesar del evidente dolor grabado en su rostro, la compostura de la Sra. Navalnaya fue notable mientras entregaba su mensaje. La audiencia quedó cautivada y, al concluir su discurso, le ofrecieron una ovación de pie sincera. Este momento en la conferencia marcó una emocionante desviación del habitual lenguaje diplomático, ya que las urgentes preguntas sobre la vida y la muerte ocuparon el centro del escenario. La noticia de la muerte del Sr. Navalny solo intensificó el enfoque de la conferencia en las amenazas de seguridad provenientes de Rusia, otorgando un sentido de urgencia a los procedimientos. La Sra. Navalnaya había acompañado a Leonid Volkov, jefe de gabinete de su esposo, a Múnich para llamar la atención sobre el caso de su esposo y las acciones opresivas del gobierno de Putin. Participó en discusiones con los asistentes a la conferencia, transmitiendo su esperanza en un futuro mejor. La vicepresidenta Kamala Harris reconoció los informes sobre la muerte del Sr. Navalny en la apertura de la conferencia, expresando su solidaridad con la Sra. Navalnaya. Afirmó que Washington aún estaba recopilando información, pero enfatizó que, de confirmarse, esto sería otro ejemplo de la brutalidad de Putin. La Sra. Harris concluyó afirmando que Rusia era responsable de la situación y que se harían más declaraciones más adelante. A lo largo de los años, muchos rusos esperaban que la Sra. Navalnaya se convirtiera en una destacada figura de la oposición después del envenenamiento casi fatal de su esposo y sus largos encarcelamientos. Sin embargo, ella se mostró reacia a involucrarse directamente en la política de oposición y rara vez apareció en una plataforma pública, excepto en su aparición en la ceremonia de los Premios de la Academia el año pasado. Durante la estancia del Sr. Navalny en Alemania para recibir tratamiento médico, la Sra. Navalnaya mantuvo un perfil privado, compartiendo ocasionalmente fotos de su tiempo juntos pero evitando hacer declaraciones públicas. En una entrevista con Der Spiegel, expresó su preocupación por el bienestar de su esposo en prisión y lamentó la posibilidad de no volver a verlo nunca más. Creía firmemente que era Putin personalmente quien mantenía a su esposo cautivo y que su liberación parecía improbable mientras Putin permaneciera en el poder.

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