Nueva escuela en Manhattan venderá la residencia presidencial debido a tensiones financieras.

La New School en Manhattan está enfrentando desafíos financieros, proyectando un déficit presupuestario de $52 millones para el próximo año fiscal. Como parte de sus esfuerzos para estabilizar las finanzas, la universidad ha decidido vender su residencia presidencial por $20 millones. Esta medida refleja una tendencia entre las universidades pequeñas que recurren a activos inmobiliarios para navegar por problemas presupuestarios. Ubicada en el West Village, la casa de cinco pisos ha sido durante mucho tiempo la residencia oficial del presidente de la universidad. La decisión de vender la propiedad se da en medio de diversas presiones que afectan a las universidades más pequeñas, como la disminución de la matrícula estudiantil y la inflación. La venta de la residencia, vista por algunos como un símbolo de exceso administrativo, tiene como objetivo abordar las tensiones financieras. La New School, conocida por su ethos progresista y con una facultad compuesta predominantemente por profesores adjuntos a tiempo parcial, está lidiando con disparidades financieras resaltadas por el alto valor de la residencia presidencial. El anuncio de la venta en una reciente reunión de la facultad fue recibido con aplausos, lo que indica apoyo a la decisión. Sanjay Reddy, presidente del departamento de economía de la universidad, acogió la medida, enfatizando la importancia de abordar los desafíos financieros para garantizar la sostenibilidad de la institución.