
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




El programa de radio y podcast Carne Cruda, dirigido por Javier Gallego, realizó su primera emisión especial en Asturias desde el Pozu Santa Bárbara, un antiguo pozo minero convertido en centro cultural. Esta presentación se enmarca en el contexto de la Caja de Resistencia, una iniciativa del Ayuntamiento de Mieres destinada a fomentar la solidaridad y la libertad de expresión, así como a apoyar a los trabajadores de la cultura ante la censura y la represión política. La elección de este lugar no fue al azar, sino un símbolo del esfuerzo por mantener viva la voz de la cultura en tiempos de censura. Javier Gallego, conocido por su estilo directo y combativo, ha logrado que Carne Cruda se convierta en un referente del periodismo alternativo. Su forma de comunicar, que combina la urgencia de la denuncia con la poesía de la indignación, ha conectado profundamente con su audiencia. La emisión en Mieres tocó un tema crucial: la censura en el arte y la cultura, un asunto que, según Gallego, está más presente que nunca en el debate público actual. “Cuando uniformizas el pensamiento, en realidad lo estás eliminando”, afirmó, advirtiendo sobre el peligro de la censura y la persecución del pensamiento crítico. La historia de Carne Cruda es un testimonio del conflicto entre la libertad editorial y las presiones políticas. Tras su cancelación en Radio 3 en 2012, el programa renació como un medio independiente, financiado por sus oyentes y fortalecido por una comunidad leal. La decisión de cancelar el programa fue interpretada por muchos como un acto político más que una cuestión económica, lo que refleja la precariedad de los medios públicos en un paisaje mediático donde la libertad de expresión es a menudo sacrificada en el altar del control político. Durante la emisión especial, Gallego y otros invitados discutieron cómo la censura afecta a la cultura y cómo las restricciones al arte influyen en la identidad de una sociedad. Destacó que la censura no solo limita la posibilidad de expresión, sino que también amputa la capacidad de una sociedad para cuestionar y rebelarse. "Cualquier sociedad que ha vivido una larga dictadura sigue sufriendo las consecuencias de esa amputación cultural", enfatizó, señalando que la censura está presente en diferentes niveles, desde el discurso político hasta las decisiones sobre qué se puede representar en el ámbito cultural. El contexto actual, marcado por el auge de la ultraderecha y la polarización política, plantea serias interrogantes sobre el futuro de la libertad de expresión. Gallego advirtió que muchos que se autodenominan libertarios en realidad buscan restringir la libertad de pensamiento. Esta tendencia es alarmante, especialmente cuando se considera que la censura y el control cultural no son fenómenos aislados, sino parte de una estrategia más amplia para silenciar voces disidentes y promover una visión homogénea de la sociedad. El papel de los medios independientes, como Carne Cruda, se vuelve esencial en este panorama. A pesar de las dificultades económicas y la precariedad, Gallego destacó que su modelo de autofinanciación, basado en la confianza de la audiencia, les permite mantener su independencia. "Nuestros oyentes no nos financian para que digamos lo que quieren escuchar, sino para que les digamos lo que pensamos", argumentó, subrayando la importancia de esa relación de confianza. Sin embargo, el desafío de equilibrar la independencia editorial con las expectativas de la audiencia no es menor. Existe el siempre latente peligro de ceder ante las presiones de los oyentes, que pueden desear un enfoque más conformista. Sin embargo, Gallego defiende que la riqueza del diálogo se encuentra precisamente en la capacidad de cuestionarse mutuamente, lo que a su vez enriquece el contenido y la perspectiva del medio. La importancia de crear un espacio donde se puedan debatir ideas de manera abierta es fundamental para el desarrollo de una sociedad más crítica y reflexiva. La Caja de Resistencia, al ser una plataforma que promueve la libertad de expresión y la cultura, se convierte en un bastión necesario en estos tiempos de polarización. Iniciativas como esta son vitales para reforzar el necesario debate sobre arte, cultura y censura, y para recordar que la libertad de expresión es la piedra angular de cualquier sociedad democrática. La defensa de esta libertad no solo es responsabilidad de los periodistas, sino de cada uno de los ciudadanos que valoran su derecho a pensar y expresarse sin miedo a represalias. La situación actual es un reflejo de la lucha constante entre la libertad creativa y las limitaciones impuestas por aquellos que desean silenciar la disidencia. En este sentido, el testimonio de Carne Cruda y su historia de resistencia se erige como un poderoso recordatorio de que, en tiempos de censura, la voz crítica es más necesaria que nunca. La defensa de la independencia en los medios públicos y la cultura es una tarea colectiva que involucra a toda la sociedad, un compromiso que debe ser renovado y defendido ante cualquier intento de control.