Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El mercado asegurador peruano está experimentando un crecimiento significativo, impulsado especialmente por la creciente demanda de seguros de vida que combinan protección, ahorro e inversión. Según datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), las primas de seguros han crecido a un promedio del 9% anual en los últimos cinco años, alcanzando un total anual de S/ 22,042 millones, con un crecimiento del 11% proyectado para el 2024. Este panorama resalta no solo el interés de los peruanos por asegurar su bienestar, sino también las oportunidades que se presentan para las compañías aseguradoras que buscan innovar y diversificar su oferta. El segmento de seguros de vida, que representa un 55% del total, ha sido el motor de este crecimiento. Durante el período analizado, estos productos han mostrado un crecimiento promedio del 11%. La Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg) menciona que, a pesar de la variedad de opciones disponibles, solo unas pocas aseguradoras se especializan en vida, mientras que otras abarcan múltiples líneas. Este enfoque diverso permite atender diferentes necesidades de los consumidores, que buscan cada vez más productos que ofrezcan no solo protección, sino también beneficios financieros a largo plazo. Ian Scofield, vicepresidente de Interseguro, indica que el mercado se dirige hacia un crecimiento de doble dígito para el 2025, respaldado por el aumento de la conciencia sobre la importancia de contar con un seguro. Los consumidores han aprendido lecciones valiosas de la pandemia, que han llevado a una mayor preocupación por la protección financiera y la búsqueda de rendimientos garantizados. En este sentido, productos como Vida Free y Vida Cash están revolucionando el sector, ofreciendo opciones accesibles y completamente digitales que se ajustan a las necesidades específicas de los usuarios. El auge de los seguros de vida no solo se debe a la conciencia social, sino también a la capacidad financiera de los consumidores, que ha sido fortalecida por la recuperación del Producto Bruto Interno (PBI) y el aumento del consumo privado. Estas condiciones económicas favorables han permitido que más personas se sientan capacitadas para invertir en seguros que, además de proteger, prometen un retorno sobre la inversión. La personalización de los productos también se está volviendo esencial. Gonzalo Barreto, gerente de Planeamiento y Finanzas de Pacífico Seguros, destaca que los seguros embebidos, aquellos diseñados para proteger a los clientes en transacciones cotidianas, están ganando popularidad. Ejemplos de esto son seguros específicos para viajes, eventos y transacciones financieras que se integran de manera fluida en la vida diaria de los consumidores, eliminando las barreras de entrada que tradicionalmente han existido en la contratación de seguros. Adicionalmente, Mapfre ha lanzado un seguro de vida con devolución que, además de cubrir fallecimientos, promete rentabilidades de hasta el 200% sobre las primas pagadas. Esta tendencia hacia productos que combinan seguros tradicionales con beneficios financieros lógicos está ganando terreno entre los asegurados, quienes buscan maximizar sus inversiones en un contexto de creciente incertidumbre económica. El segmento empresarial también está viendo un cambio en la naturaleza de los seguros que requieren. Aunque las coberturas tradicionales siguen siendo importantes, la creciente preocupación por la seguridad digital ha llevado a un aumento en la demanda de ciberseguros. Barreto enfatiza la necesidad de que las empresas se protejan contra ciberataques, que han proliferado en un mundo cada vez más digital. La adaptación a estos nuevos riesgos se convierte en una prioridad si se desea garantizar la continuidad de las operaciones comerciales. En el contexto de la sostenibilidad, tanto Scofield como Barreto coinciden en que las empresas buscan alinearse con prácticas responsables. Los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) están teniendo un impacto notable en la toma de decisiones de los consumidores y en la manera en que las aseguradoras diseñan y promueven sus productos. Las compañías están buscando seguros que no solo protejan a sus clientes, sino que también contribuyan a un mundo más sostenible y responsable. Finalmente, La Positiva está explorando oportunidades en pólizas especializadas, como los seguros CAR, utilizados en grandes proyectos de infraestructura. Además, la compañía se está enfocando en atender a pequeñas y medianas empresas, especialmente en regiones donde las inversiones están en aumento, lo que podría significar un crecimiento considerable en un sector que ha sido históricamente menos atendido. Así, el futuro del mercado asegurador en Perú parece prometedor, con un crecimiento impulsado por la innovación, la personalización y una mayor conciencia social. Las empresas del sector deberán mantenerse atentas a las necesidades cambiantes de los consumidores para poder seguir capturando su interés y ofreciendo productos que realmente se alineen con sus expectativas y requerimientos.