Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha llevado a cabo un balance del año 2024 que pone de relieve los buenos resultados económicos y del mercado laboral, a pesar de la creciente debilidad de su Ejecutivo. En un contexto marcado por la falta de apoyos en el Congreso, que ha llevado a sonados fracasos legislativos, Sánchez ha decidido centrar su discurso en el crecimiento del PIB y el empleo, elementos que, según él, evidencian la buena dirección del país. Durante su intervención tras el último Consejo de Ministros del año, Sánchez hizo hincapié en que lo crucial no son las leyes que se aprueban, sino los resultados tangibles que se obtienen. De esta manera, su mensaje parece ser un intento por desviar la atención de las críticas que apuntan a la falta de reformas estructurales que han sido pospuestas por la dificultad de lograr consensos en el Parlamento. "Es importante saber que este Gobierno compite desde el minuto uno hasta el noventa", destacó, dejando claro que aún con las adversidades, se mantiene firme en su compromiso con los derechos de la ciudadanía. Sánchez también se refirió a su intención de reunirse con los líderes de ERC y Junts, con el fin de negociar los Presupuestos Generales, que se presentan como una pieza clave para extender la legislatura hasta 2027. Este anuncio llega en un momento delicado, ya que Carles Puigdemont ha amenazado con romper el diálogo con el PSOE si no se consideran las demandas de su partido, poniendo en riesgo la estabilidad del Gobierno de coalición. En el ámbito económico, el presidente subrayó que España está creando más empleo que Italia y Alemania juntas, una afirmación que refleja su confianza en el dinamismo del mercado laboral. Con 21,3 millones de afiliados a la Seguridad Social, Sánchez aseguró que hay más personas trabajando que nunca, un dato que pretende servir de respaldo a su gestión en un contexto de incertidumbre política. La reciente publicación de los datos de crecimiento por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) respalda las afirmaciones del presidente, quien destacó un avance del 3,3% interanual en el tercer trimestre del año. Este crecimiento no solo posiciona a España como una de las economías más dinámicas de Europa, sino que también refuerza la imagen de un país que, según Sánchez, se dirige hacia un futuro prometedor. Sin embargo, la oposición no ha tardado en criticar la falta de reformas significativas y los compromisos incumplidos que, a su juicio, podrían haber contribuido a un crecimiento más sostenido y equitativo. La situación actual del Gobierno, con sus debilidades parlamentarias y la presión de los socios de investidura, plantea un escenario incierto que podría complicar el camino hacia la consolidación de logros económicos en el futuro. A pesar de las dificultades, Sánchez parece decidido a seguir adelante con su agenda política, enfatizando la necesidad de mantener el rumbo en la creación de empleo y la mejora del poder adquisitivo de los ciudadanos. Reconoce que habrá momentos de pérdida en las votaciones del Parlamento, pero se muestra optimista respecto a la capacidad de su Gobierno para seguir promoviendo políticas que beneficien a la población. Con la mirada puesta en 2025, el presidente se muestra convencido de que España está en camino de convertirse en una de las economías más prometedoras de Occidente. Sin embargo, la sostenibilidad de este crecimiento dependerá en gran medida de su habilidad para negociar con sus socios y superar las adversidades políticas que han comenzado a marcar su gestión. El desafío que enfrenta Sánchez no es menor, ya que la estabilidad política es fundamental para garantizar el éxito de las políticas económicas. La continua presión de los partidos independentistas y su exigencia de reformas significativas podría poner en jaque la viabilidad de su Gobierno, lo que añade un nivel de incertidumbre a un panorama que, a pesar de los buenos datos económicos, se encuentra profundamente fragmentado. El futuro de la legislatura y las aspiraciones económicas de Sánchez están íntimamente ligadas a su capacidad para encontrar consensos en un entorno legislativo hostil. En este sentido, el año 2024 se presenta como un campo de batalla donde el presidente no solo deberá defender los logros de su gestión, sino también buscar la forma de navegar las complejidades del Parlamento para asegurar un futuro más estable y próspero para España.