Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La banca privada en España se encuentra en un periodo de notable crecimiento, evidenciado por un aumento significativo en el patrimonio gestionado, que ha alcanzado los 787.000 millones de euros hasta finales de 2023. Este incremento, que ha permitido duplicar la cifra en la última década, refleja no solo un auge en los resultados y en la gestión de carteras, sino también la necesidad de que el sector se adapte a un entorno en constante evolución y a las demandas de unos clientes cada vez más informados y exigentes. Alicia García, directora de M&G Investments, subrayó durante el foro "Desafíos y perspectivas de la banca privada en los próximos meses", organizado por EXPANSIÓN, que el fondo de inversión sigue siendo el producto más popular en el sector, representando el 40% del negocio de las gestoras internacionales. Asimismo, destacó que el patrimonio medio de los clientes se sitúa en 900.000 euros, aunque también se ha observado un aumento en el número de patrimonios por debajo de los 500.000 euros, lo que indica un cambio en el perfil del cliente de banca privada. En este contexto, Juan Llamas, director comercial de CaixaBank Banca Privada, puntualizó que el comportamiento del mercado en 2024 se ha dividido en dos fases. La primera mitad del año estuvo marcada por un refugio en activos de bajo riesgo, como letras del tesoro, mientras que en la segunda parte los inversionistas comenzaron a explorar oportunidades más arriesgadas. Llamas también abogó por la evolución hacia un modelo de negocio independiente, en el que los clientes paguen de manera explícita por los servicios que reciben, reflejando una tendencia hacia la transparencia en la relación con el asesor financiero. El director adjunto de Santander Banca Privada, Javier García, complementó esta visión al señalar que, contrariamente a lo que se pensaba al inicio del año, los mercados de renta variable han sido los que han aportado mayor valor a las carteras, en lugar de la renta fija. En este sentido, destacó la importancia de ofrecer soluciones adecuadas y personalizadas a los clientes, permitiéndoles elegir cómo quieren interactuar con su banca privada. Olga Montañés, directora adjunta de BBVA, también compartió su optimismo respecto al crecimiento de la banca privada, con una tasa del 18% en activos bajo gestión, que se acercan a los 140.000 millones de euros. Resaltó que la diversificación de las carteras, que ahora incluyen una gama más amplia de activos, ha contribuido a generar rentabilidades positivas y ha impulsado la creación de nuevas carteras. Sin embargo, el sector enfrenta el desafío de mover a los clientes desde inversiones de bajo riesgo hacia productos más complejos y potencialmente más rentables. Joaquín Calvo-Sotelo, director de Banca Privada de Bankinter, enfatizó la importancia de educar a los clientes sobre el valor de la renta fija y cómo esta puede desempeñar un papel en la generación de ingresos, aunque las expectativas de revalorización pueden no ser tan favorables como en años anteriores. La regulación también juega un papel crucial en la evolución del sector, especialmente en lo que respecta a la inversión en activos alternativos y mercados privados. Con la reciente reducción del mínimo de inversión por parte del regulador, hay una creciente necesidad de educar a los clientes sobre estos productos, que requieren un asesoramiento especializado debido a su complejidad. Los mercados privados, que comprenden inversiones en empresas no cotizadas, préstamos privados y activos inmobiliarios, están ganando relevancia. Javier García de Santander destacó que, a medida que los mercados evolucionan, es esencial que los clientes tengan acceso a estas oportunidades, que representan una parte importante de la economía y que deberían ser incluidas en las carteras de inversión. Por otro lado, la integración de la tecnología en la gestión de la banca privada se ha convertido en un aspecto fundamental, tal como afirmaron varios directivos durante el foro. Las herramientas tecnológicas son clave para ofrecer un servicio más eficiente y personalizado, lo que permitirá a las entidades proporcionar un valor añadido a sus clientes en un entorno tan competitivo. Finalmente, la incertidumbre que rodea a los posibles cambios en el panorama económico global, con figuras como Donald Trump influyendo en el mercado, añade otro nivel de desafío para el sector. La necesidad de eliminar conflictos de interés y mejorar la percepción del trabajo de la banca privada son objetivos que deberán ser prioritarios en el futuro cercano, asegurando que se mantenga la confianza del cliente y se fomente un crecimiento sostenido en este sector vital de la economía española.