Las pymes españolas enfrentan retos financieros y de digitalización en su crecimiento

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) se han erigido como el verdadero motor de la economía española, representando una parte significativa del tejido empresarial y del empleo en el país. Sin embargo, en un entorno marcado por la incertidumbre geopolítica y las tensiones macroeconómicas, las pymes enfrentan un creciente desafío en términos de financiación. Un reciente encuentro titulado "Desafíos y soluciones para la actual pyme española", organizado por EXPANSIÓN con la colaboración de Banco Sabadell en Barcelona, ha evidenciado que más del 50% de estas empresas tienen necesidades de financiación, un aumento considerable respecto al 30% de hace solo cuatro años. Marga Valcarce, directora comercial de la territorial de Cataluña de Banco Sabadell, destacó durante su intervención la relevancia de las pymes para la entidad. Según Valcarce, dos de cada tres pequeñas y medianas empresas en Cataluña ya confían en los servicios de Banco Sabadell. Sin embargo, también subrayó que estas empresas se enfrentan a una serie de retos que requieren atención urgente. Entre los más destacados están la digitalización, la internacionalización, la relación con los clientes y, por supuesto, la financiación. Mireia Cammany, vicepresidenta de Pimec y directora general adjunta de EPI Industries, abordó la reciente reforma fiscal que el Gobierno aprobó el 21 de noviembre, que se espera que beneficie a las empresas con menos de un millón de euros en facturación. Sin embargo, Cammany también advirtió sobre el preocupante incremento del absentismo laboral, que se ha duplicado en la última década, lo que podría afectar la productividad y la estabilidad de las pymes. El panel de discusión sobre los desafíos financieros comunes de las pymes reveló que el coste de la deuda y el acceso a garantías son obstáculos significativos. Elisa Sánchez Barrena, directora de financiación de empresas de Banco Sabadell, mencionó que el aumento de las necesidades de financiación ha escalado al 50% en el último año debido a la digitalización y a la búsqueda de nuevas oportunidades de crecimiento. "Los bancos deben adaptarse a estas nuevas necesidades, y las pymes deben entender que el acceso a financiación está cada vez más condicionado a la presentación de garantías", afirmó Sánchez Barrena. Pere Cots, director de consultoría estratégica y financiación de Pimec, enfatizó que las pequeñas empresas enfrentan aún más dificultades al acceder a financiación. Hizo hincapié en dos tendencias cruciales: el fin de los préstamos ICO, que han sido un recurso importante durante la pandemia, y la evolución de la banca hacia un modelo basado en inteligencia artificial. "El scoring y el ráting de las pymes se basarán en procesos automatizados, lo que puede ser un reto para aquellas que aún no han adoptado la digitalización", añadió. Olaya Martínez, responsable de servicios a las empresas de Barcelona Activa, identificó la falta de planificación financiera como uno de los puntos débiles más comunes en las pymes. Esta afirmación fue respaldada por Noemí Gálvez, directora de riesgos del Institut Català de Finances (ICF), quien resaltó la importancia de los servicios públicos en la financiación. Martínez y Gálvez coincidieron en que el asesoramiento, los microcréditos y las líneas de financiación con tipos bonificados son herramientas esenciales para apoyar a las pymes en su camino hacia la sostenibilidad financiera. Por otra parte, Gálvez también puso de relieve la reciente opa sobre Banco Sabadell, resaltando que la concentración bancaria no suele ser beneficiosa para las pequeñas y medianas empresas. "Históricamente, después de fusiones, la disponibilidad de opciones financieras para las pymes tiende a disminuir", comentó, enfatizando que una mayor diversidad en las opciones de financiación es crucial para el desarrollo de estas empresas. El encuentro concluyó con un fuerte llamado a la acción para mejorar la financiación de las pymes en España. La colaboración entre el sector público y privado se presenta como una oportunidad clave, con la posibilidad de aprovechar los 20.000 millones de euros de fondos Next Generation disponibles. Estas iniciativas no solo tienen el potencial de facilitar el acceso a financiación, sino también de fomentar la innovación y la sostenibilidad en el tejido empresarial. A medida que las pymes continúan enfrentando estos desafíos, el camino hacia una mejor financiación parece estar ligado a la adaptación y la resiliencia. Las empresas que consigan integrar la planificación financiera, la digitalización y la colaboración con entidades bancarias y organismos públicos estarán mejor posicionadas para prosperar en un entorno económico en constante cambio. La capacidad de las pymes para sortear estos obstáculos no solo repercutirá en su éxito individual, sino que también será fundamental para la salud económica de todo el país.