La eurozona cierra 2024 con contracción económica y desafíos en manufactura

La eurozona cierra 2024 con contracción económica y desafíos en manufactura

La eurozona cerró 2024 en contracción económica, destacando dificultades en Alemania y Francia, mientras el empleo sigue cayendo.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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La actividad económica en la eurozona cerró 2024 con una nota de contracción, un fenómeno que se ha visto especialmente acentuado en las dos economías más grandes de la región: Alemania y Francia. Según los últimos datos del índice PMI (Purchasing Managers' Index), el sector servicios de la zona euro alcanzó en diciembre una puntuación de 51,4, en comparación con los 49,5 de noviembre. Este leve incremento sugiere una recuperación en este sector, aunque el panorama general sigue siendo sombrío. El PMI manufacturero, por su parte, se mantuvo en el mismo nivel de 45,2 que en noviembre, indicando que la industria continúa enfrentándose a serias dificultades. Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, destacó que, aunque el final del año es más alentador de lo que se esperaba, la realidad es que el sector manufacturero "sigue sumido en una profunda recesión". Esta dualidad en el desempeño de los sectores sugiere una economía eurozona fragmentada, donde el crecimiento en servicios no es suficiente para compensar la caída en manufactura. La situación laboral también refleja un panorama preocupante. Durante diciembre, las empresas de la eurozona, afectadas por la disminución de nuevos pedidos y actividad comercial, comenzaron a reducir sus niveles de empleo por quinto mes consecutivo. Esta reducción ha sido más pronunciada que en años anteriores, marcando el ajuste más fuerte en cuatro años. En particular, el sector manufacturero experimentó una notable disminución en las plantillas, mientras que el sector servicios apenas logró mantener el empleo, con caídas destacadas en Alemania y Francia. Los datos alemanes muestran un ligero aumento en el PMI compuesto, que subió a 47,8 desde 47,2 en noviembre. Sin embargo, esta mejora se debe principalmente al repunte en el sector servicios, que logró alcanzar 51 puntos desde los 49,3 previos. En contraste, el PMI manufacturero alemán se situó en 42,5, lo que indica una contracción considerable que continúa afectando la economía del país. Francia, por su parte, también vio un incremento en su PMI compuesto, que alcanzó 46,7 en diciembre, un ligero avance desde 45,9 en noviembre. Este aumento fue impulsado por el sector servicios, que logró llegar a 48,2 puntos. Sin embargo, la situación en el sector manufacturero es alarmante, ya que el PMI se hundió a 41,9, su peor cifra en 55 meses. Esta caída aguda refleja las serias dificultades que enfrenta la industria en el país. Cyrus de la Rubia advirtió que la incertidumbre política en Alemania y Francia está impidiendo la implementación de reformas cruciales que podrían ayudar a revitalizar el crecimiento económico. La falta de un enfoque claro y decisivo en ambas naciones contribuye a la debilidad persistente en sus economías y afecta la salud general de la eurozona. La relación entre la actividad económica y la incertidumbre política es clara: cuando los gobiernos no logran proporcionar un entorno estable y predecible, las empresas tienden a frenar sus inversiones y ajustes laborales. En consecuencia, el desempleo podría seguir aumentando si las condiciones actuales persisten. A medida que se inicia un nuevo año, la eurozona enfrenta grandes desafíos. La necesidad de reformas estructurales es evidente, especialmente en economías clave como las de Alemania y Francia, donde la falta de crecimiento puede tener repercusiones en toda la región. La continua contracción del sector manufacturero y el estancamiento del empleo indican que, aunque haya señales de mejora en el sector servicios, el camino hacia una recuperación sostenida aún parece largo y complicado. La situación plantea preguntas cruciales para el futuro inmediato de la eurozona: ¿Cómo abordarán los gobiernos estos desafíos? ¿Qué medidas tomarán para reinvigorizar el sector manufacturero y restaurar la confianza en sus economías? A medida que las economías más grandes de la región lidian con la incertidumbre, es probable que el resto de la eurozona esté atento a sus movimientos en 2025, esperando que el crecimiento finalmente encuentre su camino de regreso.

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