Carlos Martín Carrión: un liderazgo renovado en Coca-Cola Iberia hacia el futuro

Las oficinas de Coca-Cola en Madrid son un portal al universo de un gigante de bebidas que ha estado presente en España desde hace más de 70 años. En este entorno corporativo, el director general de Coca-Cola Iberia, Carlos Martín Carrión, se siente en casa. Desde su llegada en mayo de 2023, Carrión ha aportado una perspectiva renovada, enfatizando que el liderazgo no se mide únicamente por el rendimiento empresarial, sino también por el desarrollo personal de cada uno de los miembros del equipo. En su opinión, un buen líder debe ser auténtico, cercano y claro en su comunicación. Martín Carrión, originario de Madrid y licenciado en Administración y Dirección de Empresas, ha tenido una carrera que abarca múltiples países y sectores. Desde sus inicios en Procter & Gamble, pasando por una larga experiencia en Danone, hasta su ascenso a la dirección general de Coca-Cola en Sudamérica, su trayectoria ha estado marcada por la adaptación y el aprendizaje continuo. A pesar de enfrentar retos como la pandemia mientras asumía un nuevo cargo en Brasil, ha sabido trasladar esas vivencias a su gestión actual. El nuevo director general comparte que su filosofía de liderazgo se nutre en gran medida de sus experiencias personales. Un ferviente aficionado al atletismo, Carrión utiliza la carrera como un espacio para reflexionar y generar ideas. “El deporte me enseña la resiliencia y la constancia que aplico en mi gestión”, explica. Esta conexión entre el deporte y el liderazgo es un hilo conductor en su manera de entender las dinámicas laborales, donde la colaboración y el aprendizaje mutuo son fundamentales. Uno de los pilares de su gestión es la formación y el desarrollo del personal. En Coca-Cola, cada empleado tiene acceso a un fondo de 4.500 euros para su formación, lo que demuestra un compromiso con el crecimiento profesional y personal de su equipo. “El éxito de la compañía radica en la calidad de su equipo y en la capacidad de cada individuo para aportar lo mejor de sí mismo”, argumenta Carrión, aludiendo a la importancia de crear un ambiente de confianza y apoyo. En su enfoque sobre el liderazgo, Carrión considera que los resultados financieros no son la única medida del éxito. “La figura de líder es un concepto holístico”, sostiene. A su juicio, un líder debe también contribuir al crecimiento de la organización en términos de sostenibilidad, inclusión y valores. Esta visión permite a Coca-Cola no solo ser un actor relevante en el mercado, sino también un modelo a seguir en responsabilidad social. Coca-Cola ha tenido un impacto significativo en la economía española, aportando 6.257 millones de euros y generando 100.000 empleos en su cadena de valor, lo que demuestra su relevancia en la vida cotidiana de los españoles. Carrión destaca el carácter social del consumo de bebidas en España, un país donde las reuniones en bares y restaurantes son parte integral de la cultura. Este contexto presenta oportunidades para innovar y expandir la presencia de la marca en momentos específicos de consumo. La compañía ha demostrado su compromiso con la comunidad, especialmente durante crisis como la DANA en Valencia, donde donó un millón de euros a Cruz Roja y 62.000 botellas de agua mineral. “Siempre debemos estar cerca de las personas”, subraya Carrión, reafirmando que la responsabilidad social es una parte fundamental de la estrategia empresarial de Coca-Cola. Mirando hacia el futuro, Carrión considera que la innovación y el desarrollo son clave para mantener la relevancia de la marca en un mercado cada vez más competitivo. La diversidad de productos que ofrece Coca-Cola, que incluye 15 referencias, permite a la empresa adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores y explorar nuevos nichos de mercado. En un mundo empresarial que exige resultados inmediatos, la filosofía de Carrión se aleja de la búsqueda de la perfección. “Progress not perfection”, reitera, enfatizando que lo importante es avanzar y mejorar continuamente. Este enfoque, que alienta a los empleados a aprender de sus errores, crea un ambiente donde la innovación y la creatividad puedan florecer, asegurando que Coca-Cola se mantenga a la vanguardia de la industria en los años venideros.