Desafíos y oportunidades en el mercado de cemento en Perú ante la baja inversión

Desafíos y oportunidades en el mercado de cemento en Perú ante la baja inversión

El mercado de cemento en Perú enfrenta desafíos por baja inversión privada, aunque la autoconstrucción y obra pública muestran crecimiento.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro

En el último año y medio, el mercado de cemento en Perú ha enfrentado una serie de desafíos significativos, derivados principalmente de la disminución de la inversión en el sector privado. Aunque se ha observado un notable crecimiento en las obras públicas, que se incrementaron un 26.3% entre enero y julio de este año, la industria del cemento no ha logrado experimentar un crecimiento sostenido. Según Guido Valdivia, director ejecutivo de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), este sector ha visto una estancamiento en sus despachos, sin registrar un incremento notable en ningún mes. A pesar de esta situación, las cifras más recientes muestran una ligera estabilización en el despacho nacional de cemento, con volúmenes fluctuando entre 900 mil y 1.020 mil toneladas. No obstante, este nuevo equilibrio se encuentra por debajo de los niveles alcanzados en 2021 y 2022, lo que representa un descenso del 4% en comparación con el año anterior, según datos de la Asociación de Productores de Cemento (Asocem). Este contexto plantea interrogantes sobre la capacidad del sector para recuperarse en los próximos meses. Históricamente, se ha esperado que los despachos de cemento mejoren en los últimos meses del año, una tendencia que podría ofrecer una modesta recuperación en la demanda. Sin embargo, Valdivia advierte que, aunque se prevé un ligero crecimiento en la segunda parte del año, este podría ser un efecto rebote tras el pobre desempeño del sector en el segundo semestre de 2023. Se estima que el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de la construcción podría estar en torno al 3.7% o 4%, tras una caída del 8% en el año anterior. La autoconstrucción sigue siendo el motor de la demanda de cemento en el país, representando una parte crucial del mercado. Según el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), cerca del 71% de las viviendas urbanas son el resultado de esta práctica, y en áreas periféricas, este porcentaje asciende al 90%. Por otro lado, los proyectos inmobiliarios también juegan un papel importante, aunque en menor medida, contribuyendo a una demanda más estable gracias al crecimiento del sector urbano. Otro aspecto relevante en la industria del cemento es el papel de la obra pública en la construcción de infraestructura crítica, aunque su impacto es menor en comparación con la autoconstrucción. La infraestructura como carreteras, puentes y hospitales sigue siendo fundamental para el desarrollo del país, destacando la necesidad de un balance en las asignaciones de recursos entre estos sectores. El mercado de cemento en Perú está dominado por grandes empresas, de las cuales tres —Pacasmayo, Unacem y Yura— controlan aproximadamente el 90% del mercado. A pesar de la entrada de nuevos competidores, como Cemento Inca y Cemex, la consolidación en el mercado ha hecho que la distribución sea un factor clave. Valdivia explica que la geografía y la territorialización del mercado han dificultado que nuevas empresas puedan competir de manera efectiva con los jugadores ya establecidos. Recientemente, Holcim ha entrado en el mercado peruano a través de la adquisición de Comacsa y Mixercon, buscando una estrategia de crecimiento que combine tanto la expansión orgánica como adquisiciones. Norberto Ledea, CEO de Holcim Perú, menciona que la compañía planea diversificar su oferta, apuntando a que un tercio de su crecimiento provenga del cemento, otro tercio de agregados y concreto, y el último tercio de soluciones y productos de acabados para la construcción. Pacasmayo, uno de los competidores más fuertes en el norte del país, ha implementado procesos de digitalización en su cadena de comercialización, optimizando así sus operaciones y mejorando la experiencia del cliente. Por su parte, UNACEM busca consolidar su liderazgo a través de la calidad de sus productos y un enfoque en la sostenibilidad e innovación, con una sólida presencia en el mercado central. Los canales de distribución son otro tema crítico en el sector, ya que muchas empresas nuevas luchan por establecerse debido a la falta de una red adecuada. Holcim, aunque no tiene puntos de venta propios, podrá utilizar Disensa, una red de franquicias de materiales de construcción, lo que le otorgará una ventaja competitiva en el acceso al mercado. Finalmente, la dinámica del mercado de cemento en Perú continúa evolucionando con la llegada de nuevos jugadores y la necesidad de adaptarse a un entorno cambiante. La competencia se centrará no solo en la producción y distribución, sino también en la innovación y en la capacidad de las empresas para responder a las necesidades de un sector en constante transformación. La capacidad de recuperación del mercado de cemento en los próximos meses dependerá de varios factores, incluyendo el nivel de inversión en infraestructura, la evolución de la autoconstrucción y la adaptación de las empresas a las nuevas realidades del mercado.

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