Eliminación de subsidios a gasolinas genera preocupación y debate en México

Eliminación de subsidios a gasolinas genera preocupación y debate en México

La SHCP elimina subsidios a gasolinas del 7 al 13 de septiembre, generando preocupación por el aumento de precios y su impacto en la economía.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro

La reciente decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de eliminar los subsidios a las gasolinas Magna, Premium y diésel para la semana del 7 al 13 de septiembre ha generado diversas reacciones entre los ciudadanos y los sectores económicos del país. Esta medida, que se produce a pocos días de las fiestas patrias, marca un cambio significativo en la política fiscal relacionada con los combustibles, que ha sido un tema candente en el debate público y político en México. Durante el año en curso, la gasolina Magna había disfrutado de pequeños subsidios a su cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), mientras que la gasolina Premium y el diésel no habían recibido estímulos desde el inicio de 2024. Ahora, el monto que se cobrará por litro de gasolina Magna será de 6.17 pesos, mientras que la cuota para la gasolina Premium se fijará en 5.21 pesos y en 6.78 pesos para el diésel. Esta decisión, que impacta directamente en el costo final que los consumidores pagan por estos combustibles, es motivo de preocupación para muchos. La eliminación del subsidio se enmarca en un contexto donde los precios del petróleo y sus derivados han mostrado cierta estabilidad. A pesar de esto, la SHCP explica que los subsidios se implementan como una medida para amortiguar los efectos de posibles incrementos en los precios del petróleo internacional, el cual está estrechamente ligado a la economía mexicana. De hecho, la dependencia del país en relación con los combustibles importados de Estados Unidos hace que cualquier fluctuación en el mercado internacional pueda tener repercusiones inmediatas a nivel local. Un punto interesante es que, a pesar de la eliminación de estos subsidios, la SHCP ha logrado mantener un flujo constante de recaudación tributaria. Esto se debe a que, en momentos de precios estables, el gobierno prefiere cobrar las cuotas completas del IEPS, lo que representa una fuente importante de ingresos. Para los ciudadanos, sin embargo, la decisión representa un aumento en los costos de transporte y, por ende, un impacto potencial en el costo de vida, dado que los combustibles son un componente crucial en la cadena de suministro de bienes y servicios. La situación es aún más compleja teniendo en cuenta el contexto económico actual en México. En un periodo donde la inflación sigue siendo una preocupación latente, los incrementos en los precios de los combustibles podrían exacerbar la situación. Los sectores productivos, que dependen del transporte y la logística, también podrían verse presionados a trasladar estos costos a los consumidores, lo que podría resultar en un aumento generalizado de precios. Es importante señalar que los precios de la gasolina en México ya son relativamente altos en comparación con otros países de la región. Según datos de la agencia PETROIntelligence, el precio promedio de la gasolina Magna se reportó en 24.11 pesos por litro, mientras que el de la Premium fue de 25.59 pesos, y el del diésel alcanzó los 25.64 pesos. Este escenario plantea preguntas sobre la competitividad de la economía mexicana y el impacto en el poder adquisitivo de los ciudadanos. Las cuotas de IEPS son publicadas semanalmente en el Diario Oficial de la Federación y tienen un monto límite que se determina anualmente. Esta dinámica genera incertidumbre en los consumidores, quienes deben estar pendientes de los cambios en los precios de los combustibles, que pueden variar rápidamente. La falta de subsidios en este momento crítico podría ser vista como una estrategia del gobierno para consolidar su base de ingresos fiscales, pero también podría tener consecuencias negativas para la economía familiar. A medida que se acerquen las fiestas patrias, muchos mexicanos se preparan para viajes y celebraciones, lo que inevitablemente incrementará la demanda de gasolina. La eliminación del subsidio podría ser un factor disuasorio para quienes planean desplazamientos largos, complicando la movilidad en un periodo donde la tradición familiar y la celebración son fundamentales. En este contexto, el debate sobre la política de subsidios a los combustibles en México se intensifica. Muchos ciudadanos se cuestionan si esta medida es la más adecuada o si, por el contrario, es un golpe más a su economía ya golpeada. La SHCP, por su parte, deberá sopesar las reacciones del público y los efectos de esta decisión en el corto y mediano plazo, mientras continúa buscando un equilibrio entre la recaudación fiscal y el bienestar de la población.

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