Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una reciente conferencia en Fráncfort, Christian Sewing, CEO de Deutsche Bank, ha expresado su preocupación por la actual situación económica de Alemania y ha instado a los alemanes a incrementar su esfuerzo laboral. Aseguró que las dudas de los inversores respecto a la capacidad de Alemania y Europa para cumplir con los objetivos económicos están en aumento. Según Sewing, es fundamental que la nación recupere la competitividad que ha caracterizado su economía en el pasado. "Los inversores llevan más de un año diciéndonos que dudan de la capacidad de Alemania y Europa para cumplir objetivos e, incluso peor, del deseo de cumplir objetivos", comentó Sewing. Estas palabras reflejan un sentimiento creciente entre los actores del mercado sobre la estabilidad de la economía alemana, que ha sido históricamente la más robusta dentro de la Unión Europea. Sin embargo, en los últimos meses, la situación ha comenzado a generar inquietud. El timing de las declaraciones de Sewing es significativo, ya que se producen justo después de que se anunciara una contracción del 0,1% en el producto interior bruto (PIB) de Alemania durante el segundo trimestre. Esta cifra ha llevado a muchos analistas a cuestionar el rumbo económico del país, que ha visto caídas en su PIB en cuatro de los siete últimos trimestres. A pesar de haber logrado evitar una recesión técnica, la economía alemana no ha podido sostener un crecimiento consistente, lo que ha generado alarmas tanto en el sector privado como en el público. Sewing subrayó la necesidad de que los alemanes trabajen con la misma intensidad que la media de la Unión Europea, sugiriendo que una mayor dedicación podría ayudar a revertir la tendencia de desaceleración económica. "Simplemente tenemos que decirles a nuestros conciudadanos que nuevamente tenemos que hacer más", insistió el director ejecutivo. Con esto, Sewing parece apuntar a una falta de esfuerzo colectivo que, según él, se ha traducido en resultados económicos poco alentadores. La inquietud por el desempeño de la economía alemana no es infundada. Durante los últimos años, factores como la crisis energética derivada de la invasión rusa a Ucrania, el aumento de los costos de producción y la interrupción de las cadenas de suministro han afectado severamente a diversas industrias. A esto se suman las tensiones geopolíticas y las incertidumbres globales que también han impactado a otros países europeos. Sin embargo, hay quienes critican la postura de Sewing al considerar que una llamada a trabajar más no es suficiente para abordar las complejidades que enfrenta la economía alemana. Economistas argumentan que es necesario implementar políticas que fomenten la innovación, la inversión y la capacitación laboral, así como reformar el sistema fiscal para adaptarse a los nuevos desafíos del mercado. Además, muchos trabajadores han señalado que ya están sometidos a una intensa carga laboral, y que simplemente aumentar las horas de trabajo no necesariamente se traducirá en un mejor rendimiento económico. La cuestión radica en cómo los alemanes pueden trabajar más eficazmente, y no solo más horas. En este sentido, la productividad y la calidad del trabajo se convierten en factores clave. La respuesta del gobierno y de las instituciones económicas será crucial en los próximos meses. Si bien Sewing ha llamado a la acción, será fundamental que sus recomendaciones se traduzcan en políticas concretas que permitan a Alemania no solo recuperarse, sino también fortalecer su posición en el contexto europeo e internacional. El desafío es considerable, pero la capacidad de recuperación de la economía alemana es indiscutible. En última instancia, el llamado a trabajar más puede ser considerado como un síntoma de una mayor crisis de confianza en la capacidad de las instituciones para enfrentar los desafíos económicos actuales. Sin un enfoque estratégico que contemple tanto el aumento de la carga laboral como la mejora en las condiciones de trabajo y de vida, Alemania podría enfrentar un futuro incierto en el que la desconfianza de los inversores se convierta en un obstáculo aún mayor para su recuperación económica.