Caída del 10% en remesas a México en julio, pero crecimiento acumulado se mantiene

La recepción de remesas en México ha experimentado una desaceleración notable durante el mes de julio, marcando una caída del 10% en comparación con el mes anterior. Según el Banco de México, el país recibió un total de 5,614 millones de dólares, una cifra que contrasta con los más de 6,200 millones que se registraron en junio. Este descenso no solo se refleja en el mes actual, sino que también marca una ligera disminución del 1% en comparación con julio del año pasado, cuando los envíos alcanzaron 5,668 millones de dólares. El informe del Banco de México resalta que en julio de 2024, se realizaron aproximadamente 14 millones de transacciones, con un envío promedio de 402 dólares por transferencia. Estos números sugieren que, a pesar de la caída en la cantidad total de remesas, la actividad sigue siendo significativa y vital para muchas familias en el país. En el acumulado del año, sin embargo, las remesas han mostrado una tendencia positiva. Desde enero hasta julio de 2024, México ha recibido 36,940 millones de dólares en remesas, lo que representa un incremento del 2.9% respecto al mismo periodo del año anterior. Más del 96% de estos ingresos provienen de Estados Unidos, lo que subraya la dependencia económica de México en su vecino del norte. Un dato relevante es que el 99% de las remesas se han realizado a través de transferencias electrónicas, sumando 36,572 millones de dólares, mientras que las remesas en efectivo y especie apenas representan el 0.8% y 0.2%, respectivamente. Esta tendencia hacia las transferencias digitales señala una evolución en la manera en que los migrantes envían dinero a sus familias, lo cual es un reflejo de la digitalización de los servicios financieros. La caída en la recepción de remesas en julio ha sido analizada por Gabriela Siller, directora de Análisis de Banco Base, quien atribuyó esta situación al deterioro del mercado laboral en Estados Unidos. Este factor crítico puede afectar la capacidad de los migrantes para enviar dinero a sus familias en México, lo que a su vez tiene repercusiones en la economía del país. Con aproximadamente 12 millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos, las remesas se han convertido en un pilar fundamental para la economía mexicana. Un estudio de BBVA estima que este año, las remesas alcanzarán 66,500 millones de dólares, equivalentes al 3.7% del PIB nacional. De acuerdo con sus proyecciones, 6.1 millones de personas en México dependen directamente de estos recursos, lo que resalta la importancia de este flujo de dinero en la vida cotidiana de muchas familias. Históricamente, las remesas hacia México han crecido considerablemente en los últimos años. Entre 2019 y 2023, aumentaron un 70%, pasando de 37,300 millones a 63,300 millones de dólares. Este crecimiento ha llevado a México a convertirse en el segundo receptor mundial de remesas, superando a China, lugar que ocupaba hasta el año pasado. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha elogiado continuamente los montos de remesas recibidos durante su mandato, destacando el impacto positivo que tienen en el país. En su reciente informe de Gobierno, AMLO reafirmó su gratitud hacia los migrantes mexicanos, señalando que el apoyo de estos a sus familias se ha convertido en la principal fuente de ingresos para el país. A pesar de la caída en julio, el panorama general para las remesas en México sigue siendo optimista. El crecimiento continuo en el acumulado del año y el aumento observado en América Latina, donde las remesas crecieron un 8% en 2022, refuerzan la idea de que este fenómeno no es aislado, sino parte de un auge regional. El Banco Mundial pronostica que las remesas en América Latina crecerán un 2.7% en 2023, lo que podría influir positivamente en la economía mexicana en los próximos meses.