Desajuste entre educación superior y mercado laboral: un reto urgente en México

Desajuste entre educación superior y mercado laboral: un reto urgente en México

Un reporte del IMCO revela la desconexión entre educación superior y mercado laboral en México, destacando carreras desactualizadas y mal remuneradas.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro

La reciente publicación del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha arrojado luz sobre una de las problemáticas más acuciantes en México: la desconexión entre la educación superior y el mercado laboral. El reporte "Compara Carreras 2024" revela que, en un contexto donde el 81% de las personas con licenciatura gana más que las que solo tienen educación media superior, muchos jóvenes continúan eligiendo carreras que no ofrecen un futuro promisorio en términos económicos ni laborales. Entre las carreras mejor pagadas, se encuentran disciplinas como Medicina, Economía e Ingeniería, que reflejan una clara demanda de habilidades técnicas y científicas en un mundo laboral cada vez más competitivo. Sin embargo, el informe también destaca la inclusión de Bellas Artes en este grupo, lo que sugiere que la creatividad y el pensamiento crítico son igualmente valorados. Esto se alinea con investigaciones de la agencia británica Nesta, que subrayan la necesidad de habilidades creativas en la era de la automatización y la inteligencia artificial. Por el lado opuesto, la carrera de orientación educativa destaca como la segunda peor pagada en el país, con un sueldo promedio de apenas 16,979 pesos mensuales (aproximadamente 860 dólares). Este bajo reconocimiento refleja la desvalorización de la educación y la formación docente en México, donde, a pesar de la fundamental importancia de los educadores, la profesión no recibe el apoyo ni el respeto que merece. Vikas Pota, director de la Fundación Varkey, argumenta que en países como Corea del Sur y Finlandia, la docencia es altamente valorada y los maestros son bien remunerados, lo que contrasta drásticamente con la situación en México. La falta de actualización en las elecciones académicas de los jóvenes mexicanos es preocupante. Las cinco carreras más populares, que incluyen Administración de Empresas y Derecho, han permanecido sin cambios durante la última década, lo que indica una resistencia a adaptarse a las nuevas exigencias del mercado laboral. Esto se convierte en un círculo vicioso: a medida que los estudiantes eligen carreras saturadas y mal remuneradas, la economía nacional se ve privada de talento en áreas que realmente necesitan profesionales calificados. La dinámica del mercado laboral está en constante evolución y, según el reporte "El futuro del trabajo" del Foro Económico Mundial, muchas empresas globales adoptarán nuevas tecnologías y demandarán habilidades específicas en los próximos años. Esto incluye desde análisis de datos hasta inteligencia artificial, áreas que no están siendo suficientemente cubiertas por las universidades mexicanas. La responsabilidad no recae únicamente en los jóvenes, sino también en un sistema educativo que no ha logrado adaptarse a los tiempos modernos. Además, muchos docentes carecen del apoyo y la formación necesaria para guiar a los estudiantes hacia carreras más prometedoras. Este déficit se traduce en una falta de confianza por parte de los alumnos, quienes se ven obligados a conformarse con opciones que no necesariamente les garantizan un futuro laboral satisfactorio. Sin una mejora sustancial en la inversión y el apoyo a la educación, la brecha entre la oferta educativa y la demanda laboral se ampliará aún más. La fragmentación en el sistema educativo y la escasa orientación profesional son síntomas de un problema más amplio en la sociedad mexicana. La elección de una carrera es una de las decisiones más importantes en la vida de un individuo, y no debe tomarse a la ligera. La falta de información y análisis sobre las oportunidades laborales puede llevar a muchos a una vida de precariedad económica, mientras que otros, que sí han considerado el futuro, logran obtener empleos bien remunerados y con proyección. Como sociedad, es prioritario fomentar un cambio en la percepción de las carreras y el valor de la educación. La inversión en formación profesional de calidad no solo beneficiará a los individuos, sino a la economía nacional en su conjunto. Al final del día, un país que valora y apoya a sus educadores y a sus profesionales está construyendo las bases para un futuro más próspero y equitativo. La educación debe ser vista como una inversión y no como un gasto, y es hora de que en México se empiece a actuar en consecuencia.

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