Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Tras la decepcionante derrota 2-0 del Arsenal ante el Newcastle United en la ida de las semifinales de la Carabao Cup, el entrenador Mikel Arteta levantó cejas al atribuir parte de la incapacidad de su equipo para marcar a la clase de fútbol utilizado en el partido. Sin que nadie se lo pidiera, expresó su preocupación por el balón Orbita 1, fabricado por Puma, sugiriendo que sus patrones de vuelo y agarre eran factores que obstaculizaban el rendimiento de sus jugadores. Arteta señaló: "Cuando lo tocas, el agarre también es muy diferente, así que te adaptas a eso". Mientras los jugadores del Arsenal luchaban por convertir 23 tiros en goles, los delanteros del Newcastle, Alexander Isak y Anthony Gordon, parecían no verse perturbados por el mismo balón, aprovechando sus oportunidades de manera efectiva. Además, los jugadores de Arteta habían prosperado anteriormente con el Orbita 1, anotando 11 goles en tres rondas anteriores de la competición. Esta inconsistencia ha llevado a muchos a cuestionar si un balón puede realmente impactar el rendimiento en tal medida. La English Football League (EFL), que supervisa la Carabao Cup, respondió a las afirmaciones de Arteta con escepticismo, afirmando que el mismo balón se había utilizado con éxito en varias ligas, incluyendo la Serie A y La Liga, sin quejas similares. "Todos los clubes juegan con el mismo balón en la competición", declararon, subrayando la uniformidad del equipo utilizado. Sin embargo, aunque algunos jugadores y entrenadores pueden restar importancia a la influencia del diseño de un balón en el juego, las sutilezas en el equipo de fútbol no deben ser pasadas por alto. Diferentes fabricantes emplean tecnologías distintas, incluso al producir balones que cumplen con las regulaciones estándar. Justin Lea, fundador del fabricante de balones Hayworth Athletic, explicó que "cuanto más 'perfecto' es un balón, más probable es que sea errático". Enfatizó que incluso ligeras variaciones en el diseño del balón pueden llevar a diferencias notables en el rendimiento, afectando cómo los jugadores manejan el balón durante los partidos. La historia de los balones de fútbol está llena de ejemplos de cómo el equipo puede moldear el juego. El infame Adidas Jabulani, utilizado en la Copa del Mundo de 2010, generó críticas generalizadas de jugadores que encontraban su trayectoria impredecible frustrante. Tanto los porteros como los delanteros lamentaron cómo el balón se desvió inesperadamente, lo que llevó a un importante debate público sobre la idoneidad del equipo para competiciones de alto nivel. Los desafíos no son exclusivos del fútbol. En baloncesto, los jugadores han expresado frustraciones similares al adaptarse a nuevos o diferentes tipos de balones. El exjugador de la NBA JJ Redick expresó sus preocupaciones sobre el uso de balones de baloncesto nuevos en lugar de aquellos bien desgastados, que, según él, se sienten notablemente diferentes en el juego. Esto refleja una tendencia más amplia donde los atletas de diferentes deportes destacan la importancia del equipo familiar para lograr un rendimiento óptimo. A medida que el Arsenal se prepara para la decisiva vuelta contra el Newcastle, Arteta puede reflexionar sobre si su equipo puede beneficiarse de más práctica con el Puma Orbita 1 antes de que se encuentren nuevamente. Después de todo, con Puma a punto de convertirse en el proveedor oficial de balones de la Premier League en la temporada 2025-26, la necesidad de aclimatación podría extenderse más allá de la Carabao Cup. En el mundo del deporte de élite, donde cada detalle importa, la discusión provocada por los comentarios de Arteta podría tener implicaciones más amplias sobre cómo los equipos abordan su entrenamiento y preparación para los partidos. Ya sea que el balón sea el culpable de las luchas del Arsenal o no, está claro que la interacción entre el equipo y el rendimiento sigue siendo una consideración crítica tanto para jugadores como para entrenadores.