Banxico recorta expectativas de crecimiento de México al 1.5% para 2024

Banxico recorta expectativas de crecimiento de México al 1.5% para 2024

El Banco de México recorta su expectativa de crecimiento del PIB a 1.5% para 2024, reflejando preocupaciones sobre inflación y debilidad económica.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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El panorama económico de México se ha oscurecido en las últimas semanas, a medida que el Banco de México (Banxico) ha reducido sus expectativas de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) al 1.5% para el cierre de 2024. Esta cifra representa un notable descenso desde el 2.4% que se había proyectado previamente. Este recorte en las previsiones refleja las preocupaciones persistentes sobre la inflación, la debilidad en algunos sectores económicos y un contexto global incierto que podría afectar la economía nacional. El informe trimestral de Banxico indica que, a pesar de este ajuste a la baja, el crecimiento económico para 2024 y 2025 se considera "moderado". El banco central ha señalado que este crecimiento se verá apoyado principalmente por el gasto interno, lo que sugiere que la recuperación del consumo privado será un motor clave para la economía en los próximos años. Sin embargo, el hecho de que la inversión privada se mencione como un factor secundario podría ser motivo de inquietud para los analistas y economistas. El consumo privado ha mostrado señales de expansión, lo que podría indicar un optimismo renovado entre los consumidores mexicanos. No obstante, este crecimiento del consumo depende en gran medida de la confianza y la capacidad de los hogares para gastar, lo que puede verse afectado por factores como el empleo, los salarios y la inflación. En este contexto, el manejo de la política monetaria por parte de Banxico se vuelve crucial, ya que debe encontrar un equilibrio entre controlar la inflación y fomentar un entorno propicio para el crecimiento económico. En el ámbito global, las tensiones geopolíticas y los cambios en las políticas monetarias de otras naciones también podrían influir en el desempeño de la economía mexicana. Las incertidumbres derivadas de la guerra en Ucrania, así como la reacción de los mercados ante las decisiones de la Reserva Federal de EE. UU., generan un entorno volátil que podría repercutir en las proyecciones de crecimiento de México. La dependencia de la economía nacional de las exportaciones y la inversión extranjera directa hace que este contexto internacional sea un elemento a considerar con atención. Además, la reducción de la expectativa de crecimiento podría impactar en la creación de empleos. La generación de nuevos puestos de trabajo es uno de los indicadores clave para medir el bienestar de la población, y un crecimiento más lento en la economía podría traducirse en una menor capacidad para absorber a la población laboral, especialmente a los jóvenes que ingresan al mercado laboral. Las políticas públicas deben enfocarse en fomentar la inversión y la capacitación para asegurar un futuro más prometedor. La situación fiscal del país también es un factor que no se puede ignorar. Ante un crecimiento más moderado, el gobierno enfrentará desafíos en la recaudación de ingresos, lo que podría limitar su capacidad para implementar programas sociales y de infraestructura que son esenciales para el desarrollo a largo plazo. La falta de inversión en estos sectores podría acentuar las desigualdades y frenar el progreso en áreas críticas como la educación y la salud. Las expectativas de inflación también juegan un rol importante en el análisis del crecimiento económico. Aunque Banxico ha mostrado un compromiso firme en el control de la inflación, el escenario actual plantea interrogantes sobre la efectividad de sus políticas. La inflación persistente podría erosionar el poder adquisitivo de los consumidores y, por ende, afectar el consumo privado, uno de los pilares del crecimiento previsto. Por lo tanto, el ajuste en las proyecciones de Banxico subraya la necesidad de un enfoque integral y coordinado entre el gobierno, el sector privado y las instituciones financieras. La cooperación en la implementación de políticas que fomenten la inversión y el desarrollo sostenible será crucial para enfrentar los retos que se presentan en el horizonte. En conclusión, el recorte en la expectativa de crecimiento económico de México plantea desafíos significativos que deberán ser abordados con prontitud y seriedad. La apuesta por un crecimiento moderado, sostenido en el gasto interno, es una estrategia que podría funcionar, pero requiere un entorno económico estable y un compromiso genuino por parte de todos los actores involucrados. La mirada hacia el futuro debe ser optimista, pero también realista, considerando los múltiples factores que afectan la economía global y nacional.

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