Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una declaración reciente, el consejo de Weston-super-Mare se ha opuesto firmemente a la idea de implementar un impuesto turístico, afirmando que no es la solución adecuada para los desafíos que enfrenta la ciudad. Las discusiones en torno a un posible impuesto han sido impulsadas por las preocupaciones de los residentes locales y grupos de voluntarios sobre los impactos negativos que un aumento de turistas puede tener en la zona, particularmente en lo que respecta a la basura y la degradación ambiental. Weston-super-Mare, con su rica historia como un balneario victoriano, depende en gran medida del turismo como piedra angular de su economía. Sin embargo, miembros de la comunidad local, como Sophie Newton, quien dirige el Grupo de Recolección de Basura de Sophie, están cada vez más vocales sobre la necesidad de medidas para abordar los problemas que vienen de la mano con la temporada turística. El 29 de julio, Newton y su equipo dedicaron más de dos horas y media a limpiar la playa, recolectando una asombrosa cantidad de 18 bolsas de basura. Sus esfuerzos subrayan la creciente frustración entre los residentes que sienten que las responsabilidades ambientales están recayendo desproporcionadamente sobre los hombros de la comunidad local. Si bien la preocupación por la belleza natural y la limpieza de la ciudad es primordial, el consejo ha enfatizado que imponer un impuesto a los visitantes puede no ser la forma más constructiva de abordar estos desafíos. En cambio, abogan por un enfoque más integral para gestionar el turismo que se centre en la sostenibilidad y la participación de la comunidad. Los funcionarios locales están explorando soluciones alternativas que promuevan un turismo responsable sin disuadir a los visitantes. Estas podrían incluir campañas educativas mejoradas destinadas a alentar a los turistas a respetar el entorno local, así como una mayor inversión en el mantenimiento de las playas y en servicios públicos que atiendan tanto a residentes como a visitantes. A medida que continúa el debate, está claro que la relación entre los residentes de Weston-super-Mare y los turistas que acuden a sus costas es compleja y requiere una cuidadosa consideración. Mientras el consejo busca equilibrar los beneficios económicos del turismo con el mantenimiento de los paisajes preciados de la ciudad, defensores de la comunidad como Newton destacan la urgente necesidad de acción para preservar el encanto de Weston-super-Mare para las generaciones futuras. La postura del consejo puede no alinearse con los deseos inmediatos de algunos miembros de la comunidad, pero refleja un compromiso más amplio con el fomento de un modelo de turismo sostenible que beneficie tanto a los locales como a los visitantes. A medida que las discusiones evolucionan, el desafío será encontrar un camino que honre el legado de la ciudad mientras se abordan las preocupaciones apremiantes de sus residentes.