Los bonos recuperan su atractivo como refugio ante la volatilidad del mercado

Los bonos recuperan su atractivo como refugio ante la volatilidad del mercado

La volatilidad del mercado ha reavivado el interés por los bonos, considerados ahora una opción segura y efectiva para los inversionistas.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro

La reciente volatilidad en los mercados ha suscitado un renovado interés por los bonos, considerados por muchos como una herramienta de cobertura efectiva para los inversionistas. Gregg Abella, gestor de fondos de Nueva Jersey, ha sido testigo de este cambio de actitud, recibiendo una avalancha de consultas por parte de sus clientes que, sorprendidos por la caída de las acciones, buscan refugio en la seguridad que ofrecen los bonos. Este cambio de percepción marca un giro notable en el pensamiento de los inversionistas, quienes durante años habían visto los bonos como una opción menos atractiva. Abella, cuya carrera se ha centrado en abogar por la diversificación de activos, reconoce que la situación actual representa una vindicación para su enfoque. Hasta hace poco, la relación entre la renta variable y la renta fija había sido cuestionada, especialmente tras el colapso de esta correlación en 2022, cuando los bonos, lejos de ofrecer protección, sufrieron pérdidas históricas. Sin embargo, el reciente comportamiento del mercado ha comenzado a revertir esa percepción. La caída de las acciones, impulsada por temores de recesión económica, ha reavivado el interés por los bonos, que ahora se comportan como se esperaba. La situación del mercado actual contrasta marcadamente con la de hace un año. En 2022, los inversionistas se encontraron atrapados en un ciclo de inflación creciente y tasas de interés en aumento, lo que llevó a una respuesta de venta masiva de activos de renta fija. Pero en esta ocasión, el contexto es diferente; las expectativas de recortes de tasas han comenzado a ganar terreno, lo que favorece a la renta fija. Abella señala que "finalmente, la razón de ser de los bonos está saliendo a la luz", lo que significa que pueden cumplir su función tradicional de proporcionar estabilidad en momentos de incertidumbre. El impacto de esta nueva dinámica en el mercado se hizo evidente cuando el S&P 500 experimentó una caída del 6% en sus primeros días de negociación de agosto, mientras que el mercado del Tesoro reportó ganancias cercanas al 2%. Para los inversionistas que han mantenido una estrategia de cartera diversificada, en la que el 60% de los activos se destinan a acciones y el 40% a bonos, este deslizamiento en el rendimiento de las acciones ha resultado en mejores resultados generales en comparación con aquellos que optaron por concentrar sus inversiones únicamente en acciones. George Curtis, gestor de carteras en TwentyFour Asset Management, es otro profesional que ha apostado por la deuda pública, afirmando que comenzó a incrementar su exposición a los bonos del Tesoro hace meses. Curtis argumenta que la combinación de mayores rendimientos y el potencial regreso a la antigua correlación entre acciones y bonos hace que esta sea una estrategia atractiva en el actual entorno de mercado. "Está ahí como cobertura", explica, reafirmando la idea de que los bonos pueden ofrecer una salvaguarda en tiempos de turbulencia. Aunque los bonos pueden haber perdido parte de su impulso a medida que las acciones comenzaron a estabilizarse, la cuestión más amplia sobre su efectividad como cobertura se mantiene. La incertidumbre económica y los temores de recesión continúan pesando sobre el ánimo de los inversionistas, lo que podría asegurar que la demanda por activos de renta fija permanezca fuerte en el corto plazo. Además de la protección que ofrecen, los bonos también han captado la atención por su atractivo rendimiento. La posibilidad de obtener ingresos fijos en un contexto de tasas de interés potencialmente en descenso ha llevado a los inversionistas a reevaluar sus carteras y explorar opciones que quizás antes consideraban menos atractivas. Esta recalibración en la forma de pensar sobre los bonos es un indicativo de cómo los mercados financieros pueden responder a condiciones cambiantes. La tendencia actual subraya la importancia de la diversificación en la gestión de inversiones. A medida que el panorama económico se vuelve más incierto, contar con una mezcla de activos que incluya tanto acciones como bonos puede ser una estrategia prudente para mitigar riesgos. Los acontecimientos recientes sirven como un recordatorio de que, aunque los bonos pueden haber enfrentado desafíos, su papel como un componente esencial de una cartera equilibrada sigue siendo relevante. A medida que los inversionistas navegan por esta nueva realidad del mercado, es probable que continuemos viendo un reequilibrio en la forma en que se valoran los bonos. La experiencia vivida por muchos en la última década ha demostrado que la adaptabilidad y la estrategia son clave en el mundo de las inversiones. Con un entorno económico en constante cambio, los bonos están recuperando su lugar como una opción viable y, en muchos casos, necesaria para quienes buscan proteger su capital y asegurar un rendimiento a largo plazo.

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