Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En la región de Olmos, un llamado de alerta se ha encendido entre los agricultores y agroexportadores locales ante la inminente amenaza que enfrenta más de 40 mil hectáreas de tierras agrícolas. El problema, que gira en torno a la Presa Limón, vinculada al proyecto Olmos Tinajones, se ha intensificado debido a la sedimentación provocada por el lodo arrastrado desde el río Huancabamba. Este fenómeno ha generado una preocupación generalizada entre los sectores productivos de la zona, quienes ven en riesgo no solo su sustento, sino también la capacidad del país para exportar productos de alta calidad. Los colectivos de agricultores han manifestado su descontento a través de diversos medios de comunicación locales, solicitando una intervención urgente en el mantenimiento de la infraestructura hídrica que sustenta la producción agrícola en la región. "A pesar de que las empresas agroexportadoras contribuyen con más de US$ 20 millones anuales por el costo de agua, los trabajos de mantenimiento necesarios no se han llevado a cabo adecuadamente", comentó una fuente del sector. Este déficit en el mantenimiento ha llevado a una situación crítica donde la escasez de agua se convierte en un factor clave que compromete la producción agrícola. "La situación actual pone en riesgo nuestra capacidad de exportar productos de alta calidad, algo inaceptable para nosotros como agricultores", señalaron los afectados. Esta realidad pone de manifiesto una brecha entre las inversiones que realizan los productores y la eficacia de la concesionaria a cargo de la administración de la presa. Ante este contexto, los colectivos han instado a la Concesionaria Transvase Olmos a tomar medidas inmediatas para solucionar el problema de sedimentación y asegurar un suministro de agua adecuado. "La escasez de agua está llevando a una disminución significativa de la producción, afectando tanto a los grandes agroexportadores como a los pequeños agricultores, quienes dependen de estas tierras para su subsistencia", expresaron en un comunicado conjunto. La situación en Olmos también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo de proyectos de irrigación que son críticos para el desarrollo agrícola del país. "Es urgente descolmatar la presa y asegurar un suministro de agua continuo y eficiente", reclamaron los agricultores, quienes destacan que la problemática no solo se limita al ámbito económico, sino que también afecta la seguridad alimentaria de la región. A medida que la presión sobre los recursos hídricos aumenta debido a factores climáticos y a la creciente demanda agrícola, el mantenimiento de infraestructuras como la Presa Limón se vuelve prioritario. La falta de acción ante estas advertencias podría acarrear consecuencias graves no solo para Olmos, sino para el futuro de la agricultura peruana en su totalidad. Además, los agricultores han enfatizado que la situación no debe ser vista como un problema aislado, sino como parte de un panorama más amplio que involucra la gestión del agua en todo el país. "La falta de atención a este tipo de infraestructuras puede repercutir en la disminución de la competitividad del sector agroexportador peruano en el mercado internacional", advirtieron. La necesidad de un enfoque proactivo y coordinado entre el gobierno, las concesionarias y los agricultores es más evidente que nunca. La inversión en el mantenimiento de la infraestructura hídrica no solo es una responsabilidad contractual, sino un imperativo moral para garantizar la supervivencia de miles de familias que dependen de la agricultura. Los agricultores de Olmos esperan que su voz sea escuchada y que se tomen medidas concretas para mitigar los efectos de la escasez de agua. La Presa Limón no es solo una estructura física, sino un símbolo de la interdependencia entre el agua, la tierra y la vida en esta región. Sin correcciones urgentes y efectivas, el futuro de la agricultura en Olmos podría quedar amenazado y con ello, el sustento de toda una comunidad.