Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Bear Creek Mining, la compañía canadiense detrás del prometedor proyecto minero Corani en Puno, ha anunciado una nueva fecha de inicio para las obras, que ahora se proyectan para comenzar en 2025. Esta modificación de cronograma se produce después de que la empresa había planteado inicialmente fines de 2024 como la fecha de inicio. Andrés Franco, vicepresidente y gerente general de Bear Creek, argumenta que los cambios en las condiciones económicas han llevado a la necesidad de ajustar las expectativas y los planes de inversión. La construcción de la mina Corani no solo representa una importante inversión, que se estima superará los 600 millones de dólares, sino que también promete generar un impacto significativo en la economía local. Se prevé que el proyecto genere alrededor de 2,500 empleos directos durante su fase de construcción, lo que podría ofrecer un impulso vital a la economía de la región, golpeada por la pandemia de COVID-19 y otros desafíos coyunturales en años recientes. El camino hacia el inicio de las obras no ha sido sencillo para Bear Creek. Aunque en 2019 se otorgaron los permisos necesarios para comenzar la construcción, la llegada de la pandemia obligó a la empresa a paralizar el proceso. Desde entonces, han trabajado en la actualización de permisos y en la reestructuración de su presupuesto, lo que les ha llevado a replantear su inversión inicial, aumentando las proyecciones en un 20% en comparación con lo estimado anteriormente. Franco ha subrayado que la compañía está en las etapas finales de obtención de permisos, que incluyen aspectos críticos como la disponibilidad hídrica. El uso adecuado del agua es esencial tanto para la construcción como para la posterior operación de la mina, lo que subraya la importancia de una gestión responsable y sostenible de los recursos hídricos en la región. La mina Corani, al ser considerada como uno de los yacimientos de plata más grandes a nivel mundial, tiene proyecciones de producción que entusiasman a la industria. Se estima que en sus primeros tres o cuatro años de operación, la mina podrá producir alrededor de 16 millones de onzas de plata, con proyecciones a largo plazo de 9.6 millones de onzas anuales. Esta cifra ya coloca a Corani en una posición de liderazgo, superando a otros proyectos significativos como Chispas en México, que produce aproximadamente 5 millones de onzas de plata anuales. Además de la plata, el proyecto también contempla la producción de otros minerales, como plomo y zinc. Durante los primeros años, se espera que se generen 57,000 toneladas de plomo y 47,000 toneladas de zinc, con proyecciones a largo plazo de 44,000 y 31,000 toneladas, respectivamente. Esta diversificación en la producción no solo hace que el proyecto sea más robusto, sino que también permite a Bear Creek responder a las fluctuaciones del mercado de manera más eficaz. La tasa interna de retorno del proyecto es otro aspecto destacado por Franco, quien indicó que se espera un retorno del 22.9% a un precio proyectado de 18 dólares por onza, basado en promedios históricos. Sin embargo, con los precios actuales que oscilan entre 28 y 29 dólares por onza, la tasa de retorno podría aumentar hasta un atractivo 43.30%. Este potencial de retorno ha sido fundamental para generar confianza entre los inversores y la comunidad local en la viabilidad del proyecto. La generación de empleo y la inyección de capital en la región son dos de los puntos más relevantes que se han mencionado en las discusiones sobre el proyecto Corani. Las autoridades locales y regionales están a la espera de que la empresa cumpla con sus promesas de inversión y empleo, ya que esto podría ser un aliciente importante para la economía de Puno, que ha enfrentado desafíos significativos en los últimos años. Con el inicio de las obras programado, Bear Creek Mining se encuentra en una etapa crucial de su desarrollo. La compañía está comprometida no solo con la creación de un proyecto minero exitoso, sino también con la responsabilidad social que implica trabajar en una región con una rica historia cultural y social. El desafío será equilibrar la explotación de recursos minerales con el respeto y el bienestar de las comunidades locales, una tarea que requerirá un enfoque colaborativo y transparente. A medida que la industria minera en Perú continúa evolucionando, el proyecto Corani de Bear Creek Mining se posiciona como un elemento clave en el futuro del sector, ofreciendo no solo oportunidades económicas, sino también un modelo de cómo puede llevarse a cabo una minería responsable y sostenible. La expectativa está puesta en que, con las obras proyectadas para iniciarse en 2025, Corani no solo contribuya al desarrollo económico de la región, sino que también se convierta en un referente de buenas prácticas dentro de la industria minera.