Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A comienzos de julio, el tipo de cambio entre el sol peruano y el dólar estadounidense presentó una caída notable, alcanzando un valor de S/ 3.84. Este fenómeno se explicó por varios factores, siendo uno de los más relevantes la leve recuperación en los precios de dos de los principales productos de exportación de Perú: el cobre, que cotizaba a £4.65, y el oro, cuyo valor era de $2,412. Esta mejora en los precios de las materias primas generó un efecto positivo en la economía peruana, lo que a su vez fortaleció la moneda local. Además, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) decidió pausar los recortes en las tasas de interés, que se mantuvieron en 5.75%, evitando así una pérdida de diferencial frente a Estados Unidos, donde la tasa era del 5.50%. Así, el dólar se debilitó temporalmente, permitiendo que el sol se apreciara. Sin embargo, lo que muchos analistas consideraron una corrección temporal se transformó en un repunte del tipo de cambio. A partir de mediados de julio, el dólar comenzó a ganar terreno nuevamente, incrementándose su valor hasta S/ 3.78. Las razones detrás de este repunte son diversas, pero una de las más destacadas fue la publicación de datos económicos en Estados Unidos que superaron las expectativas, como un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 2.80%. Estos datos sugirieron que la economía estadounidense estaba más activa de lo anticipado y aumentaron las expectativas de que la Reserva Federal mantendría las tasas de interés altas durante un periodo prolongado, lo que fortaleció al dólar en el mercado internacional. Por otro lado, la incertidumbre política que se vive en Estados Unidos también ha influido en la dinámica del tipo de cambio. La reciente ola de atención mediática en torno al atentado al candidato republicano Donald Trump, así como las propuestas de incrementar aranceles y fortalecer el dólar, hicieron que muchos inversionistas buscaran refugio en la moneda estadounidense. Adicionalmente, el anuncio de la renuncia de Joe Biden y la posible candidatura de Kamala Harris han generado más volatilidad en los mercados. En tiempos de incertidumbre política, la tendencia de los inversionistas a optar por activos seguros, como el dólar, ha contribuido a su apreciación frente a monedas como el sol peruano. Proyectando el futuro, se anticipa que el tipo de cambio podría situarse entre S/. 3.90 y S/. 4.00 hacia finales de 2024 o principios de 2025. Esta proyección se fundamenta en varios factores, entre ellos la posibilidad de una reducción en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal a partir de septiembre. Si el BCRP decide recortar sus tasas más rápidamente que la Reserva Federal, el diferencial de tasas podría ampliarse, favoreciendo aún más al dólar en el contexto local. La estabilidad económica y política en Estados Unidos, a pesar de la volatilidad electoral, seguirá desempeñando un papel crucial en el fortalecimiento del dólar. Desde un enfoque técnico, el análisis gráfico revela un nivel de resistencia alrededor de S/. 3.82 que ha sido alcanzado en varias ocasiones sin ser superado de manera decisiva. Este rango de resistencia refleja la consolidación del tipo de cambio en el corto plazo. Por otro lado, se identifica un soporte significativo cerca de S/. 3.70, nivel que ha mantenido la estabilidad del precio del dólar en diversas ocasiones, sugiriendo que podría ser un punto de resistencia a la baja en el futuro inmediato. A largo plazo, la gráfica mensual indica que la resistencia se encuentra en S/. 3.89, que representa el punto más alto alcanzado en el último año. Esta resistencia a largo plazo, junto con un soporte significativo en aproximadamente S/. 3.66, brinda un panorama claro sobre cómo se ha comportado el mercado en el último tiempo y hacia dónde podría dirigirse en el futuro. En conclusión, el tipo de cambio entre el sol peruano y el dólar estadounidense ha pasado por una serie de fluctuaciones que han sido impulsadas por factores locales e internacionales. Mientras que el sol se benefició de una coyuntura favorable en los precios de los commodities y la política monetaria del BCRP, el repunte del dólar en las últimas semanas enfatiza la influencia de la economía estadounidense y la incertidumbre política en el juego cambiario. Las proyecciones sugieren que esta dinámica podría continuar, planteando desafíos y oportunidades para los actores económicos en el Perú.