La inflación impacta en la dieta mexicana: el aumento desmedido de precios de frutas y verduras obliga a cambios en los hábitos alimenticios.

La inflación impacta en la dieta mexicana: el aumento desmedido de precios de frutas y verduras obliga a cambios en los hábitos alimenticios.

La inflación en México impacta en los hábitos alimenticios: precios de frutas y verduras se disparan, obligando a ajustes y cambios en la dieta de los mexicanos.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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La cotidianidad de los mexicanos se ve afectada por un fenómeno que parece tan lejano como abstracto para muchos: la inflación. Sin embargo, sus efectos se hacen sentir en cada rincón del país, desde los puestos callejeros de comida hasta los mercados más concurridos de la ciudad. El precio de las frutas y verduras, elementos esenciales en la dieta mexicana, ha sido duramente golpeado en los últimos doce meses, lo que ha obligado a comerciantes y consumidores a modificar sus hábitos de consumo. Tal es el caso de David Reyes, proveedor de tacos en la Ciudad de México, quien se vio en la necesidad de racionar el cilantro, ese ingrediente tan característico en la gastronomía mexicana, debido a que su precio se disparó de forma exorbitante en los últimos meses. Lo que solía ser un elemento indispensable en sus preparaciones, ahora se ha convertido en un lujo que no puede darse el lujo de desperdiciar. Magaly López, por su parte, ha tenido que prescindir de ofrecer chayotes en su recaudería ante los altos costos que han alcanzado estas verduras. El impacto de la inflación en los hábitos de alimentación de los mexicanos es evidente. Algunas taquerías y restaurantes han dejado de surtir cilantro en sus platillos debido a su elevado costo, mientras que los hogares han tenido que reducir o eliminar el consumo de productos como el aguacate, el chayote o la naranja debido a sus incrementos de precio. La inflación al consumidor en México se ubicó en un preocupante 4,98% a tasa anual en junio, la mayor desde junio de 2023, siendo los productos con mayor volatilidad los más afectados. La directora de análisis económico de Grupo Base, Gabriela Siller, destaca que factores externos como la inestabilidad en los precios del petróleo y de algunos granos en el mercado internacional han influido en la inflación no subyacente en México. Asimismo, los efectos del cambio climático, con sequías e inundaciones, han impactado de manera negativa en la producción agrícola, encareciendo los productos y trasladando esa carga al consumidor final. El Índice Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revela que el componente no subyacente de la inflación ha mostrado un aumento sostenido en las frutas y verduras, con un incremento del 19,73% en los últimos doce meses. Los precios de alimentos básicos como el pollo, las verduras y las legumbres han experimentado alzas significativas, lo que ha llevado a un cambio en los patrones de consumo de la población. Margarita Morales, vendedora en un mercado capitalino, señala que ahora las personas compran según sus posibilidades y no necesariamente lo que desean. El profesor Jesús Garza de la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey advierte que el encarecimiento de los alimentos está generando presiones inflacionarias importantes, especialmente en frutas y verduras, con incrementos anuales del 20%. Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, la inflación acumulada en estos rubros ha sido significativa, con el chayote experimentando un aumento del 388,5%, seguido de la naranja con el 260,7% y la guayaba con el 137,6%. Ante este panorama, los alimentos procesados han surgido como una opción más asequible para el bolsillo de los consumidores, aunque menos saludable. El precio de un cubo de saborizante de caldo de pollo, por ejemplo, resulta más económico que adquirir los insumos para preparar un caldo casero con verduras frescas. La necesidad de ajustar los presupuestos familiares ante la escalada de precios se convierte en una realidad que impacta a la población en su día a día, obligándola a replantear sus elecciones alimenticias y adoptar estrategias de ahorro para hacer frente a una economía cada vez más desafiante.

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