Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La inversión privada en el Perú ha experimentado un renacer notable en los últimos tiempos, según lo destaca el economista jefe para Latinoamérica del banco Citi, Ernesto Revilla. En un contexto regional en el que la incertidumbre y los cambios en las reglas del juego siguen siendo un riesgo, el país andino destaca como un caso excepcional de optimismo y dinamismo en cuanto a inversión se refiere. Con proyectos como el inicio del puerto de Chancay y la anunciada adjudicación del proyecto minero Tía María, el panorama económico para Perú se vislumbra con mayor optimismo. Revilla ha señalado que este renacer de la inversión privada en Perú es la base sobre la cual se sustenta el optimismo de cara al futuro de la economía peruana. La combinación de factores externos favorables, como el aumento en los precios del cobre y el oro, podría potenciar un círculo virtuoso que beneficie al país andino por encima de otras naciones de la región. De hecho, el propio economista destaca que no hay un ejemplo tan claro de dinamismo en inversión privada en la región como el que se está viviendo en Perú en la actualidad. Las proyecciones de crecimiento para la economía peruana son alentadoras, con un estimado del 2,4% para este año y un sesgo al alza que podría mejorar aún más estas cifras. Hacia el 2025, se espera un crecimiento del 2,9%, lo que refleja la confianza en la recuperación económica que ya comienza a ser evidente en los datos del primer trimestre y los avances del segundo trimestre. Además, la inflación en Perú se mantiene extraordinariamente controlada en comparación con otros países de la región, lo que contribuye a fortalecer la estabilidad económica. A pesar de estos indicadores positivos, Revilla reconoce que existen riesgos que aún acechan al panorama económico del país. En este sentido, señala que la incertidumbre y los cambios en las reglas del juego, especialmente en el escenario político, son los principales factores de riesgo detectados por el mercado. Sin embargo, el economista destaca que el mercado interpreta que dicha incertidumbre está acotada y confía en que las recientes reformas al sistema político, como la creación de una segunda cámara en el poder Legislativo y la posibilidad de reelección, puedan mejorar la estabilidad política en Perú. A pesar de que el ruido político continúa siendo un factor de atención para los inversores, la confianza en el potencial económico de Perú se mantiene sólida. Mientras las variables económicas no se vean directamente afectadas por la inestabilidad política, el mercado sigue depositando su confianza en el país andino. La visión a largo plazo es optimista, y se espera que los pronósticos reflejen este mayor optimismo en el futuro cercano. Con el impulso de la inversión privada y la estabilidad macroeconómica, Perú se posiciona como un actor clave en la recuperación económica de la región.