Gobierno colombiano incrementa precio del diésel: impacto en el transporte pesado

Gobierno colombiano incrementa precio del diésel: impacto en el transporte pesado

El Gobierno colombiano aumenta el precio del diésel afectando al transporte pesado. Expertos ven medida como necesaria pero insuficiente, exigiendo más acciones para afrontar altos costos de subsidios. Ajuste busca ahorro anual de 600.000 millones de pesos, pero preocupa falta de controles en distribución. Transición a alternativas sostenibles en transporte plantea desafíos ambientales y económicos para el país.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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El Gobierno colombiano ha dado un paso más en su estrategia de desmonte de los subsidios a los combustibles, esta vez afectando al sector de transporte pesado con el incremento en el precio del galón de diésel. La medida, que entrará en vigor el próximo 8 de agosto, ha generado diversas reacciones y análisis por parte de expertos y actores involucrados en la industria. Aunque el gremio camionero, principal consumidor de este carburante, ha quedado exento por el momento, unas 235 empresas y usuarios de vehículos industriales serán los más afectados por esta decisión. Desde el inicio de las mesas de negociación entre los transportadores y el Gobierno, se ha buscado evitar las movilizaciones y conflictos que históricamente han caracterizado las relaciones con el gremio camionero. Según Julio César Vera, gerente de la Fundación Xua Energy, el incremento del precio del diésel impactará al 12% de la demanda total de ACPM en el país, con un alza considerable del 59.5%. A pesar de que muchos analistas ven positiva la medida, también coinciden en que es insuficiente y que el Estado debe hacer frente a los altos costos de los subsidios. El desembolso de recursos que ha implicado mantener el subsidio al diésel a lo largo de los años ha tenido un impacto significativo en las finanzas del Estado colombiano. Se estima que el ajuste anunciado permitirá un ahorro anual de 600.000 millones de pesos, contribuyendo a cubrir el déficit dejado por el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. Sin embargo, expertos como Michel Janna advierten sobre los riesgos de establecer precios diferenciados y la falta de controles para garantizar la eficiencia en la distribución y venta del combustible. La necesidad de verificar que los grandes distribuidores cumplan con los precios fijados en la norma se convierte en un punto crucial para la efectividad del alza en el precio del diésel. Brigitte Castañeda, ingeniera de petróleos y economista, destaca la importancia de evitar prácticas que puedan llevar a la elusión de los nuevos precios establecidos. Por otro lado, el aumento del precio de la gasolina corriente desde el inicio del desmonte gradual del subsidio en 2022 ha sido significativo, lo que evidencia las dificultades fiscales que enfrenta el Gobierno. El Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha aclarado que el incremento en el precio del diésel no afectará a las estaciones de gasolina ni a los distribuidores minoristas, ya que el decreto busca alinear el precio con el mercado internacional. A pesar de las quejas del sector y las posibles afectaciones económicas que puedan surgir, los expertos han señalado la necesidad de realizar ajustes escalonados para garantizar una transición más equitativa. La falta de alternativas de transporte y el poder del sindicato camionero han sido factores determinantes en la situación actual. Las demandas ambientales y la urgencia de reducir la dependencia de combustibles fósiles han generado presiones para encontrar alternativas más sostenibles en el sector del transporte. A pesar de los esfuerzos por promover una transición hacia tecnologías más limpias, la inconsistencia en las políticas gubernamentales, como el subsidio al diésel, plantea desafíos para alcanzar objetivos ambientales a largo plazo. En medio de un escenario de ajustes económicos y fiscales, el sector del transporte en Colombia se enfrenta a nuevos retos que requieren una visión integral y sostenible para garantizar su viabilidad a futuro.

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