La adquisición de PetroBal por Grupo Carso impulsa su presencia en el sector petrolero

La adquisición de PetroBal por parte de Grupo Carso, propiedad de Carlos Slim, ha despertado la atención en el mundo empresarial y especialmente en el sector petrolero. Esta petrolera, que pertenecía a la familia Baillères y fue creada tras el anuncio de la reforma energética en México, ha sido clave para el naciente negocio petrolero de Slim debido a los campos que posee y que son resultado de contratos obtenidos en las rondas petroleras. Hasta ahora, Grupo Carso carecía de campos con producción de petróleo, elemento fundamental para ser considerada seria en la industria. A pesar de haber sido contratista de Pemex y de haber ganado algunos contratos durante las rondas petroleras, sus campos estaban en fase de exploración. Sin embargo, la compra de PetroBal por 530 millones de dólares le ha dado acceso a dos campos productores de petróleo: Ichalkil y Pokoch, que son de los pocos adjudicados a compañías privadas. Las inversiones en estos campos son altas, pero han sido evaluados y se encuentran en desarrollo, lo que disminuye el riesgo asociado a su explotación. Ichalkil produce alrededor de 2,941 barriles diarios y Pokoch unos 7,058 barriles diarios, aunque se ha observado una tendencia a la baja en su producción. Fieldwood, la compañía que poseía la mitad de estos campos y que fue adquirida por Lukoil, era la cuarta petrolera privada con mayor producción en México, representando alrededor del 10% de la producción privada en el país. La importancia de estos campos no radica tanto en su producción actual, sino en sus reservas probadas, probables y posibles (3P), que representan el 4.2% de todas las reservas en México. Grupo Carso, al adquirir PetroBal, se convierte en socio de Lukoil en estos campos, sin operarlos directamente pero participando en la estructura financiera. La producción de Fieldwood ha experimentado una reducción significativa, pasando de reportar 23,000 barriles diarios en algún momento a cifras más bajas. John Padilla, analista director de IPD Latinoamérica, destaca la relevancia de estos campos para Grupo Carso, ya que aunque no poseen la producción más alta, representan una parte significativa de las reservas petroleras del país. Esta adquisición asegura a Grupo Carso una producción constante de petróleo y lo posiciona como un jugador importante en el sector petrolero mexicano. Es crucial que la empresa revise y ajuste sus estrategias de desarrollo e inversiones para maximizar el potencial de estos campos y garantizar su rentabilidad a largo plazo. En conclusión, la compra de PetroBal por Grupo Carso, liderado por Carlos Slim, marca un hito en su incursión en el negocio petrolero en México. La adquisición de campos productores de petróleo le otorga una nueva dimensión a la empresa y la coloca en una posición estratégica en el mercado. Aunque los retos y desafíos no faltarán, la visión a largo plazo y el potencial de crecimiento que ofrecen estos activos pueden ser determinantes para el éxito de Grupo Carso en este nuevo sector.