Riesgos fiscales amenazan economía peruana a futuro

Durante la presentación del Reporte Trimestral de Estudios Económicos del Banco de Crédito del Perú (BCP), se ha planteado una preocupación que podría afectar significativamente la economía del país en los próximos años. Carlos Prieto, gerente del Área de Estudios Económicos, ha advertido sobre el riesgo de que una nueva calificadora pueda realizar un nuevo 'downgrade' al Perú, lo que colocaría al país en el peldaño mínimo de grado de inversión para fines del 2024, sumándose así a otro importante organismo evaluador. Desde el BCP se ha señalado que, si se mantienen las altas cotizaciones de precios de exportación como el cobre y el oro, y se siente la recuperación de los sectores no primarios en los próximos meses, el déficit fiscal podría reducirse a alrededor del 2,8% para finales de este año. Sin embargo, existen amenazas que podrían comprometer esta perspectiva, como las iniciativas de gasto del Congreso, beneficios de exoneraciones tributarias, la situación de Petro-Perú y la reforma de pensiones. Isaac Foinquinos, economista senior de Macroconsult, ha destacado la alta probabilidad de incumplimiento de la regla fiscal por segundo año consecutivo, así como la aprobación de medidas que implican un mayor gasto público. Se proyecta que el déficit fiscal se ubique cerca del 3% del PBI este año, lo que generaría presiones sobre la recaudación fiscal y el servicio de la deuda pública. El perder el grado de inversión tendría repercusiones directas en las tasas de interés, volviéndolas más altas y dificultando el financiamiento del déficit fiscal por parte del Gobierno. Esto podría impactar negativamente en las empresas, reduciendo su capacidad de fondeo y aumentando los costos de financiamiento. Asimismo, el reporte del BCP ha señalado avances graduales en la economía peruana durante el primer trimestre, con una proyección de crecimiento del 3% para este año. El consumo privado se perfila como el principal motor del crecimiento económico en la segunda mitad del año, impulsado por un mejor desempeño del empleo, baja inflación y la liberación de ahorros de los fondos de pensiones. Sin embargo, la incertidumbre en los mercados financieros internacionales, especialmente en relación con las decisiones de la Reserva Federal de EE. UU., plantea desafíos adicionales para la economía peruana. La divergencia entre las expectativas de recorte de tasas de interés de la FED y del Banco Central de Reserva (BCR) de Perú podría generar un escenario complejo en el corto plazo. A pesar de la posibilidad de que el BCR reduzca su tasa de interés, factores como la inflación más alta podrían limitar su margen de maniobra en este sentido. Asimismo, se espera que los buenos precios del cobre y el oro impulsen un segundo año de superávit comercial, lo que afectaría la apreciación de la moneda y la política monetaria local. En resumen, la posibilidad de un nuevo 'downgrade' por parte de una calificadora podría tener efectos negativos en la economía peruana, incrementando la volatilidad financiera y la incertidumbre en los mercados. Es fundamental que las autoridades económicas y legislativas trabajen de manera coordinada para mitigar los riesgos fiscales y promover un ambiente propicio para la inversión y el crecimiento sostenible a largo plazo.