Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El pasado lunes 10 de junio, un tribunal de Florida emitió un fallo histórico contra Chiquita Brands, heredera de la United Fruit Company, responsabilizándola de ocho asesinatos cometidos por paramilitares en Colombia. Este veredicto no es un caso aislado en la relación de la empresa con episodios violentos en América Latina. Esta sentencia es solo una de las cientos de demandas que enfrenta Chiquita Brands en la justicia estadounidense. En 2007, la empresa admitió ante las autoridades de Estados Unidos que pagó US$1,7 millones a los paramilitares de derecha Autodefensas Unidas de Colombia y fue multada con US$25 millones. Argumentaron que realizaron los pagos tras amenazas de daño a su personal y propiedades. A pesar de la sentencia, Chiquita Brands expresó que no cree que exista una base legal para las reclamaciones en su contra. La United Fruit Company, antecesora de Chiquita Brands, fue fundada en 1899 y tuvo gran influencia en la política y economía de varios países latinoamericanos. Con grandes plantaciones que se extendían por países como Guatemala, Honduras, El Salvador, y Colombia, la empresa se convirtió en una de las primeras multinacionales modernas, influyendo en la estabilidad política de la región. La historia de la United Fruit Company está marcada por episodios oscuros, como la masacre de las bananeras en 1928 en Colombia y su participación en el golpe de Estado en Guatemala en 1954. La empresa tenía la capacidad de operar en zonas donde los gobiernos locales no podían llegar, acumulando un poder considerable que le permitía influir en la política y economía de los países donde operaba. A pesar de atravesar una crisis en los años 70, la United Fruit Company logró sobrevivir y transformarse en Chiquita Brands, continuando su negocio de exportación de bananos a nivel mundial. Sin embargo, su legado está marcado por su papel en eventos trágicos, como el apoyo a grupos paramilitares en Colombia y su participación en golpes de Estado en la región. La empresa heredera de la United Fruit Company, actualmente conocida como Chiquita Brands International, ha sido señalada por su uso del poder en beneficio propio, llegando incluso a financiar grupos armados y contribuir a la violencia en América Latina. A pesar de ser reconocida como una de las marcas de bananos más populares, su historia está manchada por su participación en eventos que han afectado a comunidades enteras en la región. A 125 años de su fundación, Chiquita Brands International sigue operando a nivel global, pero su pasado controversial continúa generando críticas y demandas en su contra. La reciente sentencia en Florida por los asesinatos en Colombia es un recordatorio de la oscura influencia que ha tenido esta empresa en América Latina a lo largo de su historia. La marca de los bananos con stickers azules en los supermercados del mundo esconde una historia de poder, violencia y opresión en la región.