Petroperú enfrenta nueva rebaja de calificación crediticia y alerta de posibles incumplimientos

La empresa estatal Petroperú ha recibido otra rebaja en su calificación crediticia, esta vez por parte de Standard & Poor's Global Ratings (S&P), quien decidió disminuir la calificación de la petrolera a "B" de "B+" como emisor de deuda a largo plazo. Además, rebajó su perfil de crédito independiente de "CCC+" a "CCC". Esta noticia se suma a las rebajas realizadas por otras calificadoras de riesgo como Fitch Ratings y Apoyo & Asociados en días recientes, lo que pone de manifiesto las dificultades financieras que enfrenta Petroperú en la actualidad. La decisión de S&P de rebajar la calificación de Petroperú se fundamenta en el deterioro de la salud financiera de la empresa debido a "asuntos inesperados", entre los que se destaca la paralización de la unidad de flexicoking de la Refinería de Talara. Esta situación, que se estima no se resolverá antes del 30 de junio, ha debilitado el EBITDA y flujo de caja de Petroperú, posponiendo la recuperación de estos indicadores financieros hasta el año 2025, según el reporte de la calificadora de riesgo. S&P también ha puesto a Petroperú en "vigilancia crediticia negativa por mayores vulnerabilidades", lo que refleja la incertidumbre sobre la capacidad de la empresa para evitar un impago en los próximos 12 meses sin un mayor apoyo gubernamental. La calificadora señala que, si bien el Estado peruano ha brindado apoyo a la petrolera desde 2022, hasta el momento las medidas implementadas no han logrado abordar de manera efectiva la crisis financiera de Petroperú ni restablecer la confianza del mercado. En este sentido, S&P expresa dudas sobre la capacidad real de los accionistas de Petroperú, es decir, el Ministerio de Energía y Minas junto al Ministerio de Economía, para "salvar" a la empresa. La calificadora advierte que podrían revisar a la baja la calificación de Petroperú en los próximos tres meses si la empresa no presenta sus resultados financieros del 2023 auditados, lo que la pondría en riesgo de mayores incumplimientos financieros. La colocación de Petroperú en "vigilancia crediticia negativa" por parte de S&P resalta la gravedad de la situación financiera de la petrolera estatal y la necesidad de tomar medidas urgentes para abordar sus vulnerabilidades. La falta de visibilidad sobre cómo Petroperú afrontará la crisis y la eficacia de la gestión para resolverla son aspectos que preocupan a la calificadora de riesgo y ponen en tela de juicio la sostenibilidad financiera de la empresa en el futuro cercano. Ante esta rebaja en la calificación crediticia de Petroperú y las advertencias de S&P sobre posibles incumplimientos financieros en el corto plazo, es fundamental que las autoridades y la empresa misma tomen acciones concretas y efectivas para estabilizar su situación financiera y recuperar la confianza de los inversionistas. La transparencia en la presentación de información financiera auditada y la implementación de medidas para mejorar la gestión y la liquidez de Petroperú son aspectos clave para superar los desafíos actuales y garantizar su viabilidad a largo plazo.