La minería ilegal en el Perú: una problemática en crecimiento y sus consecuencias

La minería ilegal en el Perú: una problemática en crecimiento y sus consecuencias

La minería ilegal en el Perú crece alarmantemente, con graves consecuencias para la población y la economía nacional. Urge una acción coordinada y efectiva para detener su avance y evitar mayores daños.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro

La minería ilegal en el Perú: una problemática en crecimiento y sus consecuencias La minería ilegal se ha convertido en una severa y creciente problemática en el Perú, extendiéndose a lo largo y ancho del país, principalmente en la Amazonía y zonas de frontera. En los últimos dos años, 16 colaboradores de la minera Poderosa en Pataz (La Libertad) han perdido la vida, y 15 torres de alta tensión han sido derribadas como consecuencia de esta actividad ilícita. La falta de acciones oportunas por parte de las autoridades sobre esta problemática está teniendo consecuencias graves sobre la ciudadanía y la economía nacional, algo que preocupa a diversos sectores. El Instituto Peruano de Economía (IPE) presentará próximamente el estudio "Análisis comparativo de acciones gubernamentales frente a la minería ilegal e informal en América del Sur", con el objetivo de arrojar luz sobre esta problemática que afecta no solo al Perú, sino a toda la región. Según estimaciones del IPE, el 44% del oro ilegal exportado en Sudamérica proviene de Perú, superando a países como Colombia y Bolivia. Esta situación coloca al país como epicentro de la minería ilegal en la región, con consecuencias que van más allá de sus fronteras. La rápida expansión de la minería ilegal en el país responde, en parte, al incremento en el precio internacional de metales como el oro y el cobre. El precio del oro por gramo se ha multiplicado siete veces desde el año 2000, superando los US$63 en 2023. Esta alza ha impulsado un aumento en la exportación de oro ilegal en el Perú, que alcanzó las 77 toneladas en 2023, lo que representa el 44% de las exportaciones totales de oro del país. Se espera que, de continuar la tendencia alcista en el precio del oro, la producción ilegal también se incremente. La debilidad institucional y la falta de coordinación internacional han dificultado la lucha contra la minería ilegal, especialmente en zonas de frontera y de difícil acceso. En el caso del Perú, la elevada rotación de ministros del Interior en los últimos años ha agravado la situación, dificultando la continuidad de las políticas destinadas a erradicar esta actividad. Los cambios constantes en esta cartera han impedido una estrategia sólida y sostenida en el tiempo para combatir la minería ilegal, generando un terreno fértil para su crecimiento. Con la expansión de la minería ilegal en el país, los destinos de exportación del oro producido también se han diversificado, con una proporción cada vez menor destinada a Estados Unidos y Suiza, y una mayor dirigida a India y Emiratos Árabes Unidos. Desde 2017, un número creciente de empresas comercializadoras de oro ilegal peruano habría dirigido sus exportaciones a estos destinos para su refinación, según un estudio del Centro de Estudios Avanzados de Defensa de Estados Unidos (C4ADS). Esta situación evidencia la complejidad y la magnitud de la red de comercialización ilegal que opera en el país. La actividad minera ilegal encuentra espacios para crecer a través del contrabando de insumos químicos, lo que requiere de altos niveles de coordinación, especialmente entre países vecinos, para combatirla efectivamente. A pesar de los esfuerzos del Perú por endurecer los controles sobre insumos químicos restringidos, como el mercurio, el débil control en Bolivia sobre la comercialización de estos ha facilitado el contrabando desde ese país, alimentando la actividad ilegal en la región. Si bien los precios favorables de los minerales podrían impulsar un nuevo ciclo de inversiones en el sector y generar beneficios económicos para el país, también podrían favorecer un aumento de la actividad ilegal si no se implementan estrategias efectivas para combatirla. Sin un liderazgo claro y una estrategia intersectorial y transfronteriza con indicadores concretos, los perjuicios de la minería ilegal seguirán impactando negativamente en la ciudadanía y en la economía nacional. Es necesario abordar de manera urgente esta problemática para evitar mayores consecuencias a corto y largo plazo.

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