Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En los últimos meses, la economía peruana ha experimentado un vaivén de resultados que han mantenido en vilo a analistas y ciudadanos por igual. Tras un incremento en enero y febrero, el mes de marzo trajo consigo una contracción del 0.28%, revirtiendo la tendencia positiva que se había observado en los dos primeros meses del año. Esta variación negativa ha generado preocupación en diversos sectores, especialmente en aquellos que han sido golpeados con mayor fuerza por esta situación. En este contexto, tres sectores han sido identificados como los principales responsables de esta caída económica. La pesca, la manufactura y la construcción han mostrado retrocesos significativos, siendo la pesca el sector más afectado con una disminución del 32.48%. La falta de autorización para la captura de anchoveta en la zona norte-centro del país ha impactado directamente en la manufactura, con una reducción del 13.88% en la elaboración de harina y aceite de pescado. Por su parte, la construcción también ha experimentado una contracción, como era esperado por la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco). Guido Valdivia, director ejecutivo de Capeco, señaló que factores como la disminución del consumo de cemento y problemas de ejecución en el Estado han contribuido a esta situación. A pesar de la recuperación de la obra pública, la confianza no se ha restablecido tan rápidamente como se esperaba, lo que continúa generando incertidumbre en el sector. Si bien Semana Santa ha sido señalada como una de las causas de la contracción económica en marzo, los analistas advierten que no es el único factor determinante. Alfredo Thorne, principal de Thorne & Associates, destacó que incluso al desestacionalizar los datos, la economía mostró una desaceleración en dicho mes. Aunque se esperaba un resultado débil para marzo, el resultado final ha sorprendido a la baja, llevando a una revisión de las proyecciones de crecimiento del PBI para el presente año. A pesar de haber cerrado el primer trimestre en positivo luego de cuatro trimestres consecutivos de caída, las cifras no son tan alentadoras como podrían parecer a simple vista. Carlos Parodi, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico, resaltó que si bien se ha registrado un incremento en la economía en el primer tramo del año, este es relativamente pequeño considerando el panorama general. La necesidad de un crecimiento sostenido por encima del 4% anual para combatir la pobreza sigue siendo un desafío pendiente para el país. En cuanto a las proyecciones futuras, el Banco de Crédito del Perú (BCP) estima que la economía habría mejorado en abril y mayo después de la desaceleración observada en marzo. Mantienen la proyección de un rebote del PBI en torno al 3% para el año 2024. Por su parte, Alfredo Thorne espera que la liberación de CTS y AFP tenga un impacto parcial en el segundo trimestre, pero prevé que se diluya en los trimestres siguientes. A pesar de estos pronósticos alentadores, la incertidumbre económica persiste en un contexto de desafíos y obstáculos que deberán enfrentarse para lograr una verdadera recuperación y crecimiento sostenido.