Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El yen japonés cayó a mínimos no vistos desde 2024, marcando una nueva etapa en el panorama económico del país del sol naciente. Esta caída se produjo luego de que el Banco de Japón pusiera fin a su régimen de tasas de interés negativas, convirtiéndose en el último banco central en abandonar esta política en el mundo. La decisión del Banco de Japón de poner fin a estas tasas negativas sorprendió a muchos analistas, y la reacción en los mercados fue inmediata. El yen se debilitó considerablemente frente al dólar, alcanzando su nivel más bajo en casi tres años. Los operadores de divisas centraron su atención en la brecha que sigue existiendo entre las tasas de interés japonesas y las estadounidenses, lo que ha contribuido a la depreciación del yen. El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, señaló la importancia de mantener condiciones acomodaticias para apoyar la economía, a pesar del riesgo de un aumento en los precios. Esta postura ha sido interpretada por algunos como una señal de que no se esperan subidas agresivas de tasas en el corto plazo. Los analistas coinciden en que la debilidad del yen podría persistir en los próximos meses, especialmente a medida que los mercados se concentran en la próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos. La incertidumbre global y la fortaleza de la economía estadounidense han contribuido a la presión sobre el yen, que ha perdido su atractivo como refugio seguro para los inversores. A pesar de las expectativas iniciales de que el yen podría superar a otras divisas este año, la realidad ha sido diferente. La subida del Banco de Japón ha tenido un impacto limitado en la fortaleza de la divisa, y se espera que esta tendencia continúe en el futuro cercano. En resumen, la decisión del Banco de Japón ha tenido un efecto inmediato en el mercado de divisas, con el yen cayendo a mínimos de varios años. A pesar de los esfuerzos del banco central japonés, la fortaleza del dólar y la economía estadounidense seguirán ejerciendo presión sobre el yen en los próximos meses. Los inversores están atentos a las próximas decisiones de política monetaria de la Fed y cómo estas afectarán al yen y a otros mercados internacionales.