Día de la Mujer en Latinoamérica: Deudas pendientes y amenazas de retroceso

En Latinoamérica, el Día Internacional de la Mujer llega con una mezcla de exigencias de igualdad que acumulan cuentas pendientes y nuevas amenazas de retroceso. A pesar de los avances en algunos países, la violencia de género sigue siendo uno de los problemas más acuciantes, con cifras alarmantes de feminicidios que revelan una impunidad latente. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, una mujer es asesinada por razones de género cada dos horas en el continente. Además, las mujeres siguen enfrentando barreras en el acceso a posiciones de poder y sufren una mayor precariedad laboral en comparación con los hombres. En el ámbito laboral, las mujeres latinoamericanas siguen asumiendo en su mayoría trabajos no remunerados, lo que se traduce en una desigual carga de trabajo en la esfera privada. Mientras que los hombres dedican menos tiempo a tareas no retribuidas, las mujeres destinan entre un 30% y un 42% de su tiempo laboral a estas labores. Ante esta situación, se prevén multitudinarias manifestaciones el 8 de marzo con reivindicaciones por las deudas pendientes y en respuesta al riesgo de retrocesos. En países como Argentina, la llegada de líderes políticos ultraderechistas, como Javier Milei, ha generado preocupación en la población femenina, temiendo la pérdida de conquistas como el aborto legal y el retroceso en políticas con perspectiva de género. En México, las próximas elecciones podrían llevar por primera vez a una mujer a la presidencia, en medio de un contexto de alta violencia de género. A pesar de algunos avances legislativos en la región, como la aprobación de leyes integrales contra la violencia hacia las mujeres, persisten desafíos en la implementación efectiva de políticas de género y en la protección de los derechos de las mujeres. En este Día Internacional de la Mujer, la lucha por la igualdad continúa en América Latina, con la necesidad de superar obstáculos y garantizar el pleno respeto de los derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. Las manifestaciones y movilizaciones programadas son un recordatorio de que la lucha por la igualdad de género sigue siendo una prioridad en la región.