La economía global desafía los pronósticos pesimistas ante conflicto en Ucrania

La economía global desafía los pronósticos pesimistas ante conflicto en Ucrania

La economía global desafía pronósticos pesimistas pese a conflictos en Ucrania. Mercados bursátiles en alza, pero incertidumbre y riesgos latentes amenazan estabilidad económica. Europa en encrucijada ante prolongación del conflicto y posibles repercusiones. Replantear estrategias es clave para afrontar desafíos venideros.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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La economía global desafía los pronósticos pesimistas A pesar de los sombríos augurios que acompañaron el inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, la economía global ha logrado esquivar la anunciada recesión, superando las expectativas de crecimiento establecidas por los expertos. La aparente solidez de los mercados bursátiles en países como Estados Unidos, Japón o Alemania, que han alcanzado niveles máximos históricos, podría llevar a concluir que la situación económica mundial se encuentra en terreno firme y que los riesgos están controlados. Sin embargo, Europa se halla en una encrucijada marcada por el desarrollo del conflicto en Ucrania, el cual parece lejos de encontrar una resolución a corto plazo. Diversos acontecimientos recientes, pasados por alto por la mayoría, respaldan la idea de que nos encontramos ante un conflicto prolongado en la región. Entre estos eventos destacan la ausencia de intenciones por parte de Europa y la OTAN de iniciar conversaciones para un alto el fuego en Ucrania, así como la revelación de conversaciones entre oficiales del ejército alemán respecto al envío de misiles Taurus al país con el propósito de destruir infraestructuras clave. Además, declaraciones como las del presidente francés Macron, quien no descarta el envío de tropas de la OTAN a Ucrania, o las afirmaciones del primer ministro eslovaco Robert Fico sobre la posible participación de miembros de la OTAN en acuerdos bilaterales, alimentan la incertidumbre sobre el futuro del conflicto. Paradójicamente, se plantea que la única posibilidad de alcanzar un alto el fuego en Ucrania radica en una eventual victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre, ya que el exmandatario ha prometido buscar negociaciones para poner fin rápidamente a la guerra. No obstante, ello conllevaría un menor compromiso con la OTAN, lo que obligaría a Europa a replantear su postura en materia de defensa. En este contexto, la búsqueda de objetivos de emisiones netas de carbono cero (Net Zero) es cuestionada por algunos, quienes argumentan que en un escenario de conflicto prolongado, la descarbonización de la industria y la reducción de emisiones de CO2 podrían comprometer la seguridad. La dependencia de terceros países para la importación de materiales estratégicos y la necesidad de combustibles fósiles para las fuerzas armadas serían aspectos problemáticos en un contexto de tensiones geopolíticas. A pesar de que los temores iniciales sobre el impacto económico de la guerra en Ucrania no se han materializado hasta el momento, persisten riesgos latentes que podrían desencadenar consecuencias significativas para Europa en términos de déficit, deuda e inflación si la situación evoluciona hacia una economía de guerra. Por ahora, los mercados financieros parecen ignorar estos riesgos, pero la incertidumbre persiste y la estabilidad económica podría verse amenazada si las tensiones geopolíticas se intensifican en el futuro cercano.

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