Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En medio de un panorama económico incierto, el jefe de gestión patrimonial en Goldman Sachs, Sharmin Mossavar-Rahmani, ha dado una advertencia contundente a los potenciales inversores: "No invierta en China". Esta afirmación se basa en una serie de razones fundamentales que apuntan a una desaceleración constante de la economía china en la próxima década. Mossavar-Rahmani destacó que China enfrenta desafíos en sus tres pilares de crecimiento: el mercado inmobiliario, la infraestructura y las exportaciones. Además, la falta de transparencia en las políticas económicas y los datos económicos irregulares generan preocupaciones adicionales sobre la estabilidad y el potencial de crecimiento del país. La reciente decisión de las autoridades chinas de limitar la información disponible y suspender temporalmente algunas cifras de desempleo ha aumentado las dudas sobre la fiabilidad de los datos económicos reportados por el país. Esta falta de claridad ha llevado a Mossavar-Rahmani a cuestionar la dirección futura de la política económica china y a expresar su escepticismo sobre las proyecciones de crecimiento publicadas oficialmente. A pesar de posibles medidas de estímulo a corto plazo, especialmente en el sector inmobiliario, Mossavar-Rahmani advierte que la situación económica en China no es tan favorable como podría parecer a simple vista. La incertidumbre política y las preocupaciones sobre la demanda interna y las tensiones geopolíticas han contribuido a la inestabilidad del mercado financiero chino, reflejado en la reciente caída del índice de referencia CSI 300 a un mínimo de cinco años. La situación se ve agravada por la falta de claridad en los datos económicos reportados por China, lo que socava la confianza de los inversores y analistas. Mossavar-Rahmani concluye que, a pesar de la aparente atractiva valoración de China en términos de inversión, las condiciones actuales y las perspectivas a largo plazo no son favorables para quienes buscan oportunidades de capitalización en el país asiático.