Perú: Avances y desafíos en libertad económica

El Índice de Libertad Económica de 2024 ha revelado que Perú se sitúa en el puesto 49 entre las economías más libres del mundo, con un puntaje de 64.8 sobre 100 puntos posibles. A pesar de este ranking que coloca al país en el tercio más alto a nivel global, se evidencia una disminución de 1.7 puntos con respecto al año anterior, cuando ocupaba el puesto 44. Este dato, sin duda, refleja tanto avances como desafíos en la economía peruana. Perú destaca como el octavo país más libre en la región de las Américas, entre un total de 32 naciones, lo que posiciona al país como un actor relevante en términos de libertad económica en el continente. Sin embargo, el informe también señala los desafíos a los que se enfrenta la economía peruana en su búsqueda de mayor libertad económica. Las reformas implementadas en los últimos años han sido clave para la expansión económica y la reducción de la pobreza en Perú. La institucionalización de políticas de mercado abierto ha fomentado el comercio y la inversión, generando un ambiente propicio para el desarrollo empresarial. Sin embargo, persisten desafíos significativos, como la corrupción y la debilidad del Estado de Derecho, que continúan siendo obstáculos importantes para el desarrollo económico a largo plazo. Según el informe, la inestabilidad política y el malestar social han generado un entorno de incertidumbre que afecta negativamente a la economía peruana. La percepción de un deterioro en el clima para hacer negocios en el país ha resultado en una caída de la inversión privada, lo cual plantea un desafío para el crecimiento económico sostenible. Teodoro Crisólogo, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), destaca que la falta de respeto a contratos de concesión, cierres arbitrarios de negocios y denuncias de exigencias indebidas por parte de autoridades, contribuyen a socavar la confianza empresarial y a debilitar la libertad económica en el país. Estos factores generan un entorno empresarial menos predecible para desarrollar nuevas inversiones, lo que a su vez impacta en la capacidad del sector privado para generar oportunidades de desarrollo y bienestar. A pesar de los avances en acceso al financiamiento y eficiencia regulatoria, el sector empresarial peruano todavía enfrenta desafíos derivados de la falta de estabilidad y la inseguridad jurídica. Las normas laborales, aunque están experimentando cierta flexibilización, también enfrentan presiones y demandas en un contexto político y social volátil. En conclusión, si bien Perú se encuentra en una posición destacada en términos de libertad económica a nivel global y regional, es crucial abordar los desafíos pendientes, como la corrupción, la inestabilidad política y los obstáculos para hacer negocios, con el fin de consolidar un ambiente propicio para el desarrollo económico sostenible y la generación de oportunidades para todos los sectores de la sociedad.